Fascinación e intriga entre historiadores ante las enigmáticas esculturas de la Cueva del Juicio Final
A pesar de que el bajorrelieve es una obra común en Turquía, el hallazgo ha sido en un cueva francesa.
El descubrimiento de un bajorrelieve en un refugio troglodita de una ciudad francesa vuelve a ser un misterio. Se trata de una obra común en Turquía, pero sin manuscritos que puedan responder a los interrogantes que la envuelven.
El difícil acceso a la obra, además de que no ha sido divulgada públicamente, hace que el grado de ocultismo y la curiosidad sobre el origen de esta obra aumenten. Según ha explicado la directora de la oficina de turismo, Julie Martinet, “una bajorrelieve aquí es muy raro; estamos más acostumbrados a verlo en Capadocia, Turquía”.
Una obra con tres partes
La creación está formado por vario bajorrelieves que se encuentran en la Cueva de Juicio Final, en Brantôme. Las impresionante obras tienen un alto grado de detalle, en especial, una cabeza con una bolsa en el cuello y coronada por la muerte. A su alrededor tiene dos ángeles con trompetas y está siendo portada por dos esqueletos.
El conjunto de bajorrelieves mide cerca de ocho metros de altura y su significado tiene a la muerte como protagonista. Una de las partes tiene tallados un monje, un comerciante y un soldado, pero la muerte, sin importar lo poderoso que sea, siempre reclama.
Por otro lado, en la obra que continúa en la parte superior recoge una figura más cruda con una silueta rezando a sus pies. La creación sigue con una crucifixión muy evidente, al contrario del enigma que mostraba anteriormente.
Un Cristo que nunca se completó
La obra, dividida en tres partes, ha sido elaborada en varias tandas. Entre los siglos IX y XV se comenzó el primero de los bajorrelieves, para continuar con la siguiente obra y la más elaborada en el siglo XV, y terminar en el XVII.
La hipótesis más firme, después de un estudio en 2016, apunta a que se trata de un “Cristo que nunca se completó”. Parece que las figuras geométricas que adornan la parte inferior del bajorrelieve podrían haber llegado a ser algo más, hay partes que no terminan de estar talladas.
Sin embargo, a pesar de la técnica de tallado para obtener más información de la obra, muchas de la interrogantes quedarán abiertas. “Las excavaciones arqueológicas del terreno comenzarán en uno meses, pero ha sido tan trasformado, con tanto relleno, que no estoy segura de que encontremos nada”.
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Aunque la abadía que da cobijo al bajorrelieve no sufrió ningún daño, los archivos se quemaron por completo. Por ello, los cultos que se practicaban en la cueva serán un misterio.
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