Hallan intacta la última comida de un Tiranosaurio
Se trata de las patas traseras de dos crías de Citipes. Es la primera vez que se descubre alimento perfectamente conservado en la tripa de un dinosaurio.


Un equipo de investigadores ha hecho un increíble hallazgo nunca antes visto en el mundo de la paleontología. Se ha encontrado la comida de un tiranosaurio perfectamente conservada entro de la cavidad de su estómago. Es la primera vez que se descubre alimento en la tripa de un dinosaurio, puesto que rara vez se conservan este tipo de pruebas en los fósiles.
La investigación ha sido publicada el pasado viernes en la revista y supone un gran avance en los estudios sobre estos terópodos carnívoros. El fósil revela que el tiranosaurio se había tragado las patas traseras de dos crías de otra especie, revelando así el patrón alimenticio que seguía uno de los dinosaurios más temidos de la Tierra.
“Su última y penúltima comida fueron estos pequeños dinosaurios parecidos a pájaros, Citipes, y el tiranosaurio en realidad solo se comió las extremidades traseras de cada una de estas presas”, ha argumento Darla Zelenitsky, la coautoroa principal del estudio. Explicó que no se encontraron otros restos óseos en la cavidad del estómago del depredador.
For the first time, a fossilized tyrannosaur has been found with stomach contents preserved in place. Partial remains of two small dinosaurs were discovered inside the stomach cavity of a Gorgosaurus specimen from Dinosaur Provincial Park. Check out this video for details!
— Royal Tyrrell Museum of Palaeontology (@RoyalTyrrell)
El dinosaurio en cuestión: Gorgosaurus
El fósil descubierto pertenece concretamente a la especie Gorgosaurus libratus. “Era un primo del T. rex que llegó más tarde, era un poco más pequeño, tal vez en plena madurez habría medido 9, 10 metros”, explicó Zelenitsky en declaraciones recogidas por la .
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Según los resultados de la investigación, el dinosaurio en cuestión tenía entre cinco y siete años, así como pesaba 772 libras (350 kilogramos) y medía 13 pies de longitud (4 metros). El esqueleto casi en su totalidad fue encontrado en el Parque Provincial de Dinosaurios de Alberta en 2009. Además, se ha descubierto que tenía un gusto culinario un tanto peculiar, puesto que tan solo se comió las patas traseras de sus víctimas, dejando intactos los restantes cadáveres.
La investigadora Zelenitsky había planteado con anterioridad la hipótesis de que los tiranosaurios jóvenes tenían dietas diferentes a los adultos completamente desarrollados, pero el hallazgo de este fósil evidencia por primera vez estas ideas. Con ello se enriquece los estudios ya existentes sobre estas criaturas del Cretáceo y se abre la puerta a futuros descubrimientos centrados en esta materia alimenticia.