China lo vuelve a hacer con una ‘siembra’ de lluvia artificial igual a 30 piscinas olímpicas: sólo necesitó drones y un componente
China ha logra que caiga 4% más de lluvia en una de las provincias más secas del país gracias a un nuevo experimento con drones.


A punto de que se inaugure una de las ferias de drones más importantes de China, la World Drone Conference & Exhibition, que generalmente se celebra en Shenzhen, entre mayo y junio, China vuelve a utilizar la más alta tecnología para crear lluvia.
Ha aumentado las precipitaciones un 4% en la árida región de Xinjiang, en el oeste de China, un experimento dirigido por la Administración Meteorológica de China (CMA) que demostró el poder de la ingeniería climática al inducir precipitaciones artificiales equivalentes a 30 piscinas olímpicas, todo con la ayuda de drones y apenas 1 kg de yoduro de plata.
Cloud seeding (siembra de nubes)
La creación de lluvia artificial mediante drones y yoduro de plata (AgI) es una técnica de siembra de nubes (cloud seeding) utilizada para estimular las precipitaciones. El yoduro de plata es una sustancia seis veces más densa que el agua.
En cuatro vuelos consecutivos a una altitud de 5.500 metros, los drones liberaron el compuesto en forma de humo sobre las praderas de Bayanbulak. La velocidad de dispersión fue de 0,28 gramos por segundo, utilizando varillas de llama que contenían 125 gramos cada una. Las nubes también mostraron un enfriamiento de hasta 10°C y un crecimiento vertical de 3 km.
El resultado fue un aumento de más del 4% en las precipitaciones locales, totalizando alrededor de 78.200 m³ de agua adicional, una cifra que coincide con las estimaciones de supercomputadoras y las validaciones realizadas con espectrómetros de gotas, imágenes satelitales y análisis climáticos a largo plazo.
Así se usa el yoduro de plata para crear lluvia
El yoduro de plata actúa como un núcleo de condensación, imitando la estructura cristalina del hielo. Cuando se dispersa en nubes frías (con temperaturas bajo 0°C), las partículas de agua sobre enfriada se adhieren a él, formando cristales de hielo que crecen y caen como lluvia o nieve.
Hay que tener un dron especializado, debe ser capaz de volar a gran altitud. También contar con un dispositivo de dispersión, un quemador o difusor de yoduro de plata instalado en el dron. Y 1 kg de yoduro de plata, cantidad que puede tratar varias nubes (se usan dosis de 0.5–5 gramos por km³).
La teoría dice que aumenta las precipitaciones entre 10% y 30%, dependiendo de las condiciones atmosféricas. En este último caso en China, aumentaron un 4%. El yoduro de plata es tóxico en altas concentraciones, pero las dosis usadas en este caso son mínimas y reguladas. China es líder en esta tecnología. En 2021, usaron drones Ganlin-1 para sembrar nubes en el Tíbet y aumentar lluvias en zonas áridas.
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