El aviso de los hosteleros en España por las trabas a los turistas británicos: “Nos preocupa especialmente”
El sector hotelero advierte que el EES y el ETIAS, si no se gestionan con eficacia, pueden provocar largas esperas y afectar la competitividad de este destino en España.
La Costa del Sol mira con recelo la inminente implantación de los nuevos sistemas europeos de control de fronteras. La Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) ha lanzado un serio aviso sobre el impacto que podrían tener el Sistema de Entradas y Salidas (EES), de sus siglas en inglés) y el Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS) en la experiencia de los visitantes internacionales, en especial los británicos, que representan el mayor contingente turístico de la región.
Ambos sistemas, previstos para octubre de 2025 y finales de 2026 respectivamente, tienen como objetivo reforzar la seguridad en las fronteras exteriores de la Unión Europea. Sin embargo, desde el sector turístico, y según el diario Preferente, se teme que, si no se implementan con suficiente previsión y dotación de personal, deriven en largas colas, esperas innecesarias y molestias que dañen la imagen del destino.
El Reino Unido sustenta el sector turístico de la Costa del Sol
“Nos preocupa especialmente el mercado británico, que se va a ver muy afectado por estas nuevas exigencias”, ha subrayado José Luque, presidente de Aehcos. “Conviene recordar que casi el 27% de los turistas que se alojan en la Costa del Sol proceden del Reino Unido”, ha remarcado en un comunicado.
Los datos respaldan la alerta: solo el aeropuerto de Málaga recibe una media de 2.500 viajeros británicos por hora, cifra que puede dispararse hasta los 6.000 en plena temporada alta. Aehcos ha hecho un llamamiento a las Administraciones para reforzar con urgencia los recursos humanos en controles fronterizos —tanto en aeropuertos como en terminales marítimas— con el fin de evitar cuellos de botella y proteger la reputación turística del destino.
Además, la patronal hotelera advierte que un mal arranque de estos sistemas podría sumarse a otros factores que ya lastran la actividad, como el progresivo declive del programa Imserso en la región. Con el reloj en cuenta atrás, el mensaje desde el corazón turístico andaluz es claro. Seguridad sí, pero no a costa de la fluidez, la competitividad y la hospitalidad que caracterizan a uno de los destinos más aclamados por antonomasia de España.
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