Sociedad

El hombre lobo francés que provocó el pánico en Guyena y dijo haber devorado a varios niños: “Son una delicia suprema”

En lugar de ser condenado a la hoguera, Jean Grenier fue recluido en un monasterio como enfermo mental, en una sentencia judicial revolucionaria para la época.

Lobo negro con los ojos rojos y la luna recortando su silueta.
sarah5
Mariano Tovar
Empezó a trabajar en AS en 1992 en la producción de especiales, guías, revistas y productos editoriales. Ha sido portadista de periódico, redactor jefe de diseño e infografía desde 1999 y pionero en la información de NFL en España con el blog y el podcast Zona Roja. Actualmente está centrado en la realización de especiales web e historias visuales
Actualizado a

A finales del siglo XVI e inicios del XVII, Francia vivió una epidemia de terror a lo fantástico y sobrenatural. La población vivía sugestionada por historias inventadas sobre brujería y posesiones que corrían como la pólvora e inmediatamente eran incorporadas al folclore popular. La justicia ordinaria buscó formas drásticas de erradicar el problema y los juicios por brujería eran castigados con la hoguera sin miramientos, lo que solo contribuía a aumentar la superstición y el miedo.

Entre las muchas historias terroríficas que sucedieron, destaca el caso de Jean Grenier, un adolescente que confesó haber secuestrado y devorado a varios niños en la región de Saintonge, en la antigua Guyena, al suroeste de Francia.

Un animal acechaba a los niños

En 1603, comenzaron a producirse ataques a niños en las zonas rurales boscosas de Saintonge. Corrieron rumores de que un lobo acechaba en los caminos y espiaba las viviendas, convirtiendo a los más pequeños en sus presas. El pánico se extendió por la región. Se intentó localizar a la alimaña, pero sin éxito. Todo cambió cuando Marguerite Poirier, una niña de 13 años, logró escapar de un ataque del supuesto lobo, y describió a su agresor como un joven con rasgos animales.

Gracias a la declaración de Marguerite, las autoridades detuvieron a Jean Grenier, un adolescente de 13 o 14 años, de estatura pequeña y aspecto enfermizo, con aparentes problemas para relacionarse y comportamiento errático. Pero cuando comenzaron los interrogatorios salió a la luz todo el horror y la locura de una persona completamente desequilibrada.

La transformación en hombre lobo

Jean vivía con su padre, Pierre Grenier, y huyó de casa, donde era maltratado, después de recibir una tremenda paliza por saltarse el ayuno de Cuaresma. Tras huir, consiguió un trabajo como pastor de vacas. Un día, un hombre llamado Pierre Labouré le dio una piel de lobo encantada y una pomada mágica que le permitía transformarse en lobo: “Me encontré con un hombre en el bosque. Me marcó con su uña y me dio un ungüento y una piel de lobo. Con eso podía transformarme y recorrer el país”. Aseguraba que desde ese día formaba parte de una hermandad de hombres lobo. Relató casi con orgullo, y sin ningún arrepentimiento, que por las noches salía, se transformaba y cazaba niños: “La carne de las niñas es una delicia suprema”. También dio validez a la declaración anterior de Marguerite Poirier: “Mi intención era matarla y devorarla”. Su confesión estaba llena de detalles macabros y coincidía punto por punto con los ataques a niños que sufría la región, pero no había ninguna evidencia clara de que hubiera matado a nadie.

Jean Grenier fue juzgado por el parlamento de Burdeos y el tribunal emitió un veredicto atípico, inesperado, que levantó un tremendo revuelo en la época, pero que se adelantó a su tiempo. En vez de ser condenado a la hoguera, como todo el mundo daba por hecho, los jueces determinaron que sufría una grave enfermedad mental. Por eso, en una sentencia sorprendente para el siglo XVII, fue recluido de por vida en un monasterio franciscano. Allí debería recibir cuidados espirituales y ser vigilado, pero evitando el castigo físico. Este juicio es considerado como un precedente de la inimputabilidad penal por razones psiquiátricas.

El hombre lobo francés que provocó el pánico en Guyena y dijo haber devorado a varios niños: “Son una delicia suprema”
Grabado que aparecía en el libro 'Tableau de l’inconstance des mauvais anges et démons' de Pierre de Lancre.

Recluido en un monasterio

Pocos años después, el magistrado Pierre de Lancre, famoso por su participación en la caza de brujas, escribió en 1612 un libro, Tableau de l’inconstance des mauvais anges et démons (Retrato de la Inconstancia de los Malos Ángeles y Demonios), en el que, entre otros muchos temas, relata con detalle cómo transcurrieron el juicio, los interrogatorios y la reclusión.

La vida de Jean Grenier en el monasterio no fue sencilla para nadie. Se negaba a relacionarse, dormía en rincones oscuros e intentaba comer la carne cruda. Los monjes que vivieron con él le describían como un “animal” que tenía uñas largas y negras, dientes prominentes, mirada inquietante, rehuía a las personas y no era humano del todo. Nunca miraba a los ojos. Tampoco mostró signos de recuperación ni arrepentimiento y murió a los 20 años en completo aislamiento.

Su caso hoy en día se estudia como un ejemplo de licantropía clínica, un raro trastorno psiquiátrico en el que la persona cree que es un animal. Una infancia terrible y las historias sobre brujería habituales en la época contribuyeron a crear un cóctel que magnificó su locura.

Noticias relacionadas

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de . ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic

Etiquetado en:

Comentarios
Normas

Rellene su nombre y apellidos para comentar

Te recomendamos en Sociedad

Productos recomendados