Encuentra un supuesto teléfono enterrado en su jardín y la Policía destapa la nueva táctica de los ladrones para robar casas
La aparición de un extraño dispositivo en el jardín de una residente de Queens alerta sobre una creciente estrategia delictiva.


Una vivienda en Forest Hills (Queens, Nueva York) se ha convertido en escenario de una alarma creciente tras encontrarse un teléfono enterrado frente a su puerta. Lo que parecía un simple móvil envuelto en cinta negra resultó ser una cámara encubierta, según informaron las autoridades.
Mary Kehoe, quien reside en esa casa desde hace 35 años, relató que “parecía un teléfono Android envuelto en cinta negra, con solo la cámara expuesta, como si estuviera diseñado para observar, no para hacer llamadas”. Su reacción enseguida fue alertar a la policía.
Las autoridades han señalado que este tipo de espionaje subterráneo ya no es un incidente aislado. “Están apareciendo en California, Massachusetts, Nueva Jersey e incluso en barrios tranquilos como Scarsdale”. No se trata de tecnología de última generación, sino de cámaras digitales y dispositivos inalámbricos accesibles “en Amazon o Best Buy”.
Los investigadores creen que los delincuentes entierran estos dispositivos para monitorizar horarios, detectar ausencias o evaluar la rutina diaria, facilitando así la planificación de robos o allanamientos. El sargento Vahe Abramyan, de Policía de Glendale (California), advirtió que estos aparatos “pueden ser baratos o caros; cualquiera puede comprarlos en tiendiccwin247.comerciales”.
La comunidad de Forest Hills ha reaccionado rápidamente. Han reforzado la vigilancia conjunta, instalado luces con sensores de movimiento, y se ofrecen como apoyo mutuo para revisar entradas o jardines de vecinos ausentes . Kehoe pidió precaución urgente, “Activen las alarmas, enciendan las luces y estén atentos, estamos vigilando”.
Medios nacionales informan sobre casos similares en Garden Grove (California), donde una cámara oculta en un arbusto apuntaba directamente a una vivienda. La policía de Glendale describe un modus operandi que “puede replicarse fácilmente en cualquier barrio”. La colaboración vecinal, la vigilancia activa y el uso de medidas disuasorias son ahora la mejor defensa contra este tipo de prácticas invasivas.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de . ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic
Rellene su nombre y apellidos para comentar