Gana 215.000 euros en la lotería, resulta ser un error y se las ingenia para quedarse con el premio
Una llamada inesperada durante una transmisión en directo cambió el rumbo de su vida para siempre.
Hace poco más de una semana, cerca de 47.000 jugadores en Noruega fueron notificados erróneamente de que habían ganado el Eurojackpot. A muchos de ellos se les informó incluso de que eran millonarios. Sin embargo, al poco tiempo, descubrieron que todo se debía a un fallo humano por parte de Norsk Tipping, la empresa estatal encargada de las loterías en el país.
En medio del escándalo, resurge un caso parecido del año 2005. Tone Sæther, una mujer de 53 años, recibió una llamada en directo durante la emisión del programa Joker que le anunciaba que había ganado 2,4 millones de coronas. Posteriormente, la empresa reconoció que había cometido un error y el verdadero ganador era otra persona. A pesar de eso, Norsk Tipping decidió entregar el premio a ambos jugadores, una decisión que hoy en día parece impensable.
El exeditor de Norsk Tipping, Bjørn A. Takle, justificó en su momento esa decisión alegando que “habría sido completamente erróneo llamarla durante la transmisión y decirle que había ganado, para después decirle que no”. El dinero salió de un fondo de premios no reclamados, lo que permitió que Sæther pudiera conservar su inesperada fortuna.
Actualmente, la empresa ha sido tajante en relación con el error del Eurojackpot: no habrá reembolsos ni compensaciones. Roar Jødahl, asesor senior de comunicaciones de Norsk Tipping, recalcó que ambos casos deben analizarse de manera individual. “Se trata de dos casos distintos, con 20 años de diferencia y con circunstancias diferentes”, escribió en un correo a la televisión noruega.
Por su parte, la asesora de comunicaciones Maren Van Buren Struksnæs fue clara al afirmar que “los consumidores no tienen derecho a ninguna compensación en este caso”. Explicó que, incluso en pagos erróneos, la empresa se reserva el derecho de corregir los fallos. Para que haya indemnización, sería necesario que los afectados demostraran haber sufrido pérdidas económicas.
Sæther, la mujer que en 2005 se quedó con el premio sin ser la verdadera ganadora, coincide en que el contexto es distinto, aunque no deja de empatizar con los afectados recientes: “Es una experiencia divertida descubrir que eres millonario. Así que, recibir la noticia de que fue un error, puede no ser tan divertido”, declaró.
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