Sociedad

Le obligan a trabajar con la puerta abierta en invierno, se queja y es despedida: la Justicia actúa y lo declara improcedente

Una trabajadora de una cafetería de Londres recibirá casi 25.000 euros. Tenía que llevar tres capas de ropa y un chaleco térmico dentro del establecimiento.

"Coffee badging", the latest workplace trend
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Una empleada de una cafetería de Londres ha logrado que la Justicia le dé la razón tras denunciar que fue despedida después de quejarse por las duras condiciones de frío en su puesto de trabajo. El tribunal laboral británico ha condenado a la empresa a indemnizarla con 24.870 euros (21.553 libras esterlinas) por despido improcedente.

Según The Independent, la trabajadora desempeñaba un empleo a tiempo parcial en una cafetería especializada en tartas de queso situada en el popular barrio de Covent Garden. Según relató en el juicio, los propietarios insistían en mantener la puerta abierta durante todo el día con la intención de atraer clientes, incluso en pleno invierno.

Esto provocaba que la temperatura dentro del local descendiera hasta los 12 ºC, por debajo de la recomendación de la Agencia Ejecutiva para la Salud y la Seguridad del Reino Unido, que establece que el ambiente laboral debería mantenerse como mínimo en 16 ºC.

Varias capas y ropa térmica

Según su testimonio, para soportar el frío, debía llevar “tres capas de ropa y un chaleco térmico”, ya que además se prohibió a los empleados utilizar calefactores eléctricos. Ante esta situación, decidió escribir en el grupo de WhatsApp de la empresa para advertir de que era “difícil trabajar” en esas condiciones. Poco después, sus horas de trabajo fueron reducidas y, finalmente, fue despedida en abril de 2024.

La directiva del negocio justificó en aquel chat que no se podía usar ni cualquier aparato similar por el riesgo de incendio que puede causar si se olvida dicho dispositivo encendido.

El tribunal laboral, tras su análisis, rechazó los argumentos de la empresa y determinó que las manifestaciones eran razonables y estaban encaminadas a proteger la salud y seguridad de todos los empleados. Sus reclamaciones por despido improcedente, falta de pago de salarios pendientes y vacaciones no abonadas prosperaron en su totalidad.

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La magistrada, la jueza Jillian Brown, mencionada en el medio citado, fue tajante. “La empleada ha realizado revelaciones protegidas al advertir sobre la temperatura del local, por tanto su despido fue una represalia de ello y, consiguientemente, improcedente”.

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