Qué es la Sede Vacante, el período de elección de un nuevo Papa tras la muerte de Francisco: ‘Vere Papa mortuus est’
Tras la muerte del Sumo Pontífice se inicia el período conocido como Sede Vacante, que va desde el proceso de confirmación del fallecimiento hasta la elección del sucesor como Santo Padre de la Iglesia Católica

La Sede Vacante es un período especial en la Iglesia Católica que se inicia tras la muerte o renuncia del Papa. Este término proviene del latín y significa “sede vacía”, refiriéndose a la ausencia del pontífice en la Sede Apostólica de Roma. Durante este tiempo, la Iglesia se encuentra sin su líder supremo, y se activan una serie de protocolos y procedimientos para garantizar una transición ordenada y respetuosa.
Notificación de la muerte por el camarlengo
Cuando un Papa fallece, el proceso comienza con la confirmación oficial de su muerte por parte del camarlengo, quien llama al Papa tres veces por su nombre de pila para verificar su fallecimiento. Una vez confirmado, se sella la cámara y el estudio del pontífice, y se hace público su deceso al mundo. Este anuncio marca el inicio de la Sede Vacante.
Durante los primeros nueve días, conocidos como los “novemdiales”, se celebran misas en honor al Papa fallecido. Mientras tanto, el Colegio de Cardenales se reúne en congregaciones generales para discutir el estado de la Iglesia y preparar la elección del nuevo Papa. Este período es crucial, ya que los cardenales deben asegurarse de que todos los aspectos administrativos y ceremoniales estén en orden antes de proceder con el cónclave.
Inicio del cónclave y elección del nuevo Sumo Pontífice
El cónclave es la reunión secreta de los cardenales en la Capilla Sixtina para elegir al nuevo Papa. Solo los cardenales menores de 80 años tienen derecho a votar, y deben hacerlo en un ambiente de estricta confidencialidad y aislamiento. Las votaciones se realizan hasta cuatro veces al día, y para que un candidato sea elegido, debe obtener al menos dos tercios de los votos. Si no se alcanza un consenso, las votaciones continúan hasta lograr la mayoría requerida.
Una vez que se elige al nuevo Papa, se quema una mezcla especial de papeletas que produce humo blanco, señalando al mundo que “Habemus Papam” (tenemos Papa). El nuevo pontífice es entonces presentado al pueblo desde el balcón de la Basílica de San Pedro, marcando el fin de la Sede Vacante y el inicio de un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia Católica.
Noticias relacionadas
En el caso hipotético de la muerte del Papa Francisco, este proceso se activaría de inmediato. Francisco, quien ha sido una figura transformadora en la Iglesia desde su elección en 2013, dejaría un legado significativo. La elección de su sucesor sería un evento de gran importancia, no solo para los católicos, sino para el mundo entero, ya que el nuevo Papa continuará guiando a más de 1.300 millones de fieles en todo el mundo.
La Sede Vacante es, por tanto, un período de reflexión, luto y preparación, que asegura una transición ordenada y respetuosa en el liderazgo de la Iglesia Católica.
Rellene su nombre y apellidos para comentar