Se despista con el reactor equivocado y activa el nivel 1 de la Escala Internacional de Sucesos Nucleares
Un trabajo de mantenimiento rutinario derivó en un susto por un fallo humano, al cerrar las válvulas de las bombas del circuito de refrigeración que no correspondían.

Un error lo puede tener cualquiera pero, cuando uno desempeña un trabajo en un puesto clave o de mayor riesgo, las consecuencias pueden resultar fatales. No fue así en esta ocasión, después de que un técnico de mantenimiento de la central nuclear de Golftech (Francia) cerrara por error la válvula de la unidad de producción que no tocaba.
Los hechos ocurrieron el pasado 15 de junio y en los últimos días se informó a las autoridades reguladoras. Parte del sistema de refrigeración del reactor número 1 quedó brevemente inutilizado y, por suerte, no afectó a la seguridad. La que debía parar por una inspección técnica rutinaria era la unidad de producción 2, pero el técnico, que debía cerrar manualmente las válvulas de las bombas del circuito de refrigeración, cerró las del reactor 1.
Un reactor que, en ese momento, estaba en funcionamiento. Alrededor de las 21:50 horas de la tarde una prueba de verificación dio con el problema: las bombas no arrancaban porque las válvulas estaban cerradas, dando como resultado el nivel 1 de alerta en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES, por sus siglas en inglés).
El error provocó que parte del sistema de refrigeración del reactor número 1 no estuviera operativo durante casi 18 horas, una cifra que supera lo permitido por las normas de funcionamiento. Sin embargo, no hubo que lamentar incidentes, puesto que la otra mitad del sistema seguía operando. Además, otros sistemas de respaldo podían suministrar refrigeración en caso necesario.
Clasificación por niveles
El incidente registrado, que fue notificado a la Autoridad Francesa de Seguridad Nuclear y Protección Radiológica (ASNR) días más tarde, fue clasificado como nivel 1 en la escala. Una clasificación de ocho niveles (del 0 al 7), en el que el nivel 0 no tiene importancia para la seguridad, los tres siguientes implican consecuencias limitadas, y los restantes pueden tener consecuencias graves para personas, medioambiente o instalaciones.
Por tanto, este nivel es clasificado como una anomalía que apenas supone una desviación menor de la operación normal de la central. El máximo nivel supone un accidente mayor con graves consecuencias, como fueron, por ejemplo, la explosión del reactor 4 de la central nuclear de Chernóbil o el terremoto y posterior tsunami que causaron daños en Fukushima.
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