Si almacenas bolsas de plástico y tela en casa, la psicología dice que probablemente tienes estos cuatro rasgos comunes
El acto de guardar bolsas de antiguiccwin247.compras dentro de otras puede suponer varios aspectos psicológicos comunes o ser un signo de trastorno mental.

Es común entrar en una casa y encontrarse con “la bolsa”, esa que guarda otras muchas en su interior. Este acto que en un principio puede no llamar la atención de nadie por su aceptación como “algo normal” puede significar varios rasgos psicológicos de quien lo lleva a cabo.
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En el blog de psicología Apatment Therapy se encuentran los rasgos más comunes de estas personas. Entre ellos destaca la motivación funcional, en vez de tener varias bolsas dispersas por la vivienda, estas personas prefieren optimizar el espacio haciendo que varios objetos, en este caso las bolsas, ocupen lo menos posible en sus viviendas y poder utilizar esos espacios para otras cosas.
La motivación funcional también sirve como motor para proteger sus pertenencias. Estos productos se suelen utilizar para guardar alimentos, pero independientemente de para qué se vayan a usar en un futuro, es preferible mantenerlos alejados de agentes externos que puedan ensuciar, como el polvo.
Esto lleva al siguiente rasgo común: anticipación de necesidades futuras. Se trata de la necesidad de tener algo previsto para el futuro. Si bien este no se puede predecir, estas personas prefieren estar preparadas para lo que pueda pasar, como es el caso de que se queden sin bolsas de basura o que necesiten una nueva para hacer la compra y ahorrarse unos céntimos sin consumir más plásticos.
En los dos casos anteriores se podría comprar nuevas bolsas de basura o se puede pagar unas nuevas a la hora de hacer la compra para llevar los alimentos. Sin embargo, esto no se trata solo de prevenir y ahorrar, sino también de tener opciones a mano. Se trata de una estrategia de control emocional, la cual funciona como un sistema de seguridad psicológica. Un ejemplo puede ser la utilización de las bolsas pequeñas para emergencias, las medianas para la basura y las grandes para el contenedor.
Además de estos rasgos recopilados en el blog de psicología, una columna de Harvard Business School añade una última: el refuerzo positivo. Guardar bolsas genera dos sensaciones muy fuertes en las personas, por un lado, está el sentimiento de estar preparado y, por otro lado, relacionado con este último, el sentimiento de recompensa por hacer algo bien.
Un signo de trastorno
En casos muy severos, si la persona tiene necesidades de guardar las bolsas y no puede evitarlo, se estaría hablando de un trastorno de almacenamiento compulsivo. La población que presenta este tipo de trastorno mental, según informa Mayo Clinic, tiene la necesidad irreprimible de guardar cosas constantemente. No pueden tirar nada, aunque se lo propongan, porque siempre van a creer que las necesitarán en algún momento.
Este trastorno afecta a la vida diaria de quienes lo sufren y pueden generar desorden en sus viviendas. Se desarrolla en las personas entre los 15 y 19 años, al principio es complicado darse cuenta de que están padeciendo este trastorno, pues es normal que haya personas que no quieran tirar algunas cosas.
Aquellos que viven continuamente con estas personas pueden notar algunos rasgos característicos al inicio, sin embargo, este trastorno es evidente sobre todo en adultos, cuando la cantidad de cosas acumuladas es exageradamente grande. Esta característica evolutiva del trastorno hace que sea más frecuente entre los adultos mayores que entre los adultos jóvenes.
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