Si dejas algo encendido cuando duermes, la psicología avisa de cómo influye en tu cuerpo
Dormir con luz encendida puede conllevar algunos problemas para el sueño, según diversos estudios.
A veces por descuido o por rutina, uno se puede quedar dormido enfrente del televisor, acompañado de una lámpara, o directa e intencionadamente rodeado de una luz tenue. Sin embargo, la ciencia afirma que esto puede tener efectos negativos en la salud.
Según un estudio del departamento de Neurología de la Northwestern University Feinberg School of Medicine de Chicago, la exposición continuada a la iluminación, y en el caso del televisor también el sonido, altera el proceso natural del sueño. Y es que mientras se duerme, el organismo regula algunas funciones clave como la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la actividad vascular.
La exposición prolongada a la luz puede generar estrés en el sistema cardiovascular, lo cual aumenta el riesgo de desarrollar hipertensión y enfermedades coronarias, y de sufrir accidentes cerebrovasculares. Por otro lado, el sueño también se puede ver mermado.
La luz artificial reduce la producción de melatonina, la hormona del sueño
Y es que la luz artificial engaña la cerebro. Cuando recibe estímulos de una lámpara, del televisor o de cualquier haz de luminosidad, cree que es natural, e interrumpe la producción de melatonina para activar el resto del cuerpo.
A esto se suma también la afectación del sistema circadiano, el responsable de regular los ritmos del cuerpo. Según María José Martínez Madrid, coordinadora del grupo de trabajo de Cronobiología de la Sociedad Española del Sueño (SES), este mecanismo “es el encargado también de la gestión del sueño-vigilia”, por tanto cualquier tipo de luz lo altera. Así lo explicó en un informe publicado en el portal especializado en enfermedades y salud Cuídate Plus.
“Sin melatonina, no vamos a poder conciliar el sueño o va a ser más superficial, fragmentado y con más despertares”, advirtió. Incluso con acciones breves o exposiciones muy limitadas, el cerebro puede dejar de segregar. “Si encendemos la luz durante un periodo de cinco o 10 minutos, esta hormona se elimina totalmente de nuestro cuerpo”, concluye la especialista.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de . ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic