Tres hermanos cruzan el Pacífico en 140 días con un barco de remo y sin paradas: “¿Tienes pizza y cerveza?"

“¿Tienes pizza y cerveza?, repito, ¿tienes pizza y cerveza?”. Fue lo primero que pidieron al llegar a tierra Jamie, Ewan y Lachlan Maclean. Estos tres hermanos escoceses han hecho historia al cruzar el océano Pacífico, remando sin paradas durante 139 días, cinco horas y 52 minutos. Batieron el récord del remero ruso Pavel Konyukhov, que había cruzado el oceáno más grande en 160 días.

Los Maclean salieron de Lima (Perú) el 12 de abril y finalizaron el 30 de agosto en el puerto deportivo de Cairns (Australia). Fueron recibidos con honores y sonidos de gaitas. Un clásico escocés para homenajear a unos hermanos que han hecho más de 14.000 kilómetros en alta mar. “Hemos llorado de alegría hasta que no nos han quedado lágrimas”, decía Ewan, el hermano mayor, de 33 años.

La aventura ‘pacífica’ de los Maclean transcurrió en el barco ‘Rose Emily’ (en homenaje a una hermana perdida durante el embarazo de su madre) y se considera una de las embarcaciones de remos oceánicos más livianas del mundo. De fibra de carbono, está diseñado por ellos mismos, con el asesoramiento del experto Mark Slats. Allí han vivido, dormido, comido y, sobre todo, han remado sin parar durante más de cuatro meses.

“Todo lo que hemos conocido es remar constantemente, parando solo para dormir entrecortadamente en una cabina estrecha, vaciando diariamente nuestros pensamientos en el cuaderno de bitácora del barco y para comer, limpiar y arreglar cosas rotas”, explicaban en su post de llegada a tierra tras una aventura que ha tenido “experiencias realmente duras”.

Los Maclean han tenido que hacer frente a liccwin247.complicadas corrientes del Pacífico, a escasez de alimento y a convivir tres personas en un espacio minúsculo, en el que el cansancio y el hambre podrían haber creado un complicado cocktail. “Podemos hablar muy directamente entre nosotros. La buena comunicación ha sido clave en este camino”, explicaba Jamie.

Espacio reducido y situaciones difíciles

El día a día transcurría entre pesca, paladas y comida liofilizada, pero la expedición tuvo dos momentos límite. Una “ola lateral” golpeó a Lachlan y cayó al agua. “Me hizo perder el equilibrio. Golpeé las cuerdas salvavidas de estribor y di una voltereta hacia atrás”, relataba el hermano,

Y lo más complicado a nivel moral llegó cuando se vieron obligados a cambiar su ruta. Inicialmente, tenían previsto llegar a Sydney el 2 de agosto, pero el mal tiempo les llevó a recalcular el trayecto y los obligó a hacer un esfuerzo extra de 28 días, con la fatiga y escasez de alimentos pertinente. “Las últimas dos semanas han sido realmente duras”, reconocían una vez en el puerto Marlin de Cairns, donde le esperaba medio centenar de amigos y su madre Sheila.

El reto de los Maclean se hizo con fines solidarios (crear un sistema de agua potable en una ciudad de Madagascar) y han recaudado más de un millón y medio de euros. “Queremos tener un impacto positivo en otras personas. En eso ha consistido este viaje”, concluía Ewan, poco después de abrazar y gritar con sus hermanos Jamie y Lachlan. Ambos sin camiseta, con barbas largas, como los exploradores de antes. Larga vida a los Maclean.

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