Un joven de 21 años reserva cuatro viajes en verano con todo lo ganado en invierno: así logró 3.000 euros al mes
Roope, un joven finlandés, trabajó durante todo el invierno y ahora disfruta del verano sin necesidad de trabajar ni cobrar ayudas públicas.
A sus 21 años, Roope Eronen probablemente esté viviendo el sueño de muchos jóvenes españoles: disfrutar del verano sin preocupaciones económicas, con viajes pagados, festivales en la agenda y sin necesidad de trabajar ni solicitar ninguna ayuda. ¿Su secreto? Trabajar duro durante el invierno y ahorrar con cabeza.
El joven, originario del norte de Finlandia, pasó el invierno trabajando en un restaurante de comida rápida Subway en Levi, una estación de esquí muy popular en Laponia, mítica región austral donde se ven auroras boreales. Estuvo allí desde mediados de noviembre hasta el 1 de mayo, durante la temporada alta de turismo. “Había mucho trabajo. En los mejores momentos trabajaba hasta 60 horas semanales", cuenta al medio local Iltalehti.
Aunque su jornada media rondaba las 40 horas semanales, Roope acumuló muchos turnos extra, sobre todo por la noche y en días festivos, lo que le permitió cobrar un salario superior al mínimo estipulado en el convenio colectivo. En sus meses más fructuosos, llegó a ingresar más de 3.000 euros brutos.
La fórmula sencilla y elaborada: gastar poco, ahorrar mucho
Una de las claves de su éxito económico fue su capacidad para ahorrar. Roope vivía en una casa rural compartida con otros compañeros del trabajo, a un coste muy bajo, proporcionada por su propio empleador. Además, la empresa le ofrecía bonos de transporte público gratuitos, lo que reducía aún más sus gastos. “La convivencia era intensa, pero nos llevábamos bien. Nos hicimos buenos amigos”, recuerda. Y aunque trabajaba mucho, también encontraba tiempo para el ocio: “Podía esquiar en mis ratos libres. No todo era trabajo”.
Con los ingresos acumulados y los gastos bajo control, el joven pudo ahorrar lo suficiente para pagarse todo un verano de descanso. Solventó por adelantado el alquiler de su piso, compró entradas para dos grandes festivales —Blockfest, orientado al hip-hop y R&B, en Tampere; y Flow Festival, que también expone arte urbano, en Helsinki— y reservó cuatro viajes al extranjero: Berlín, Estocolmo, Roma y Ayia Napa (Chipre). Todo antes de que empezara junio.
Y es que Roope escenifica un ejemplo de cómo permitirse grandes experiencias sin necesidad de ayudas públicas. “Me enseñó a manejar la presión, a convivir, a ahorrar y a adaptarme. Es una experiencia que recomiendo, especialmente a quienes no tengan aún claro qué hacer con su vida o quieran ahorrar en poco tiempo", aconseja en una entrevista para el citado medio.
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