Un jubilado dona su fortuna de 400.000 euros a una mujer 30 años más joven tras su muerte y la justicia entra a investigar
La fiscalía investigando si hubo algún caso de engaño por parte de la chica hacia el anciano o si este presentaba algún tipo de deficiencia mental.
La transferencia de 400.000 euros en la cuenta de una mujer en Alpago, una pequeña comunidad de Véneto, Italia, puso en alerta al banco. Se trataba una transacción sospechosa proveniente de un hombre 30 años mayor que ella, sin ningún tipo de relación aparente, y que acaba de morir.
Se trataba de la herencia de toda una vida, una fortuna sin explicación. El banco puso sobre aviso a los tribunales y ahora la fiscalía investiga si existían cargos de engaño o intento de engaño por parte de la mujer hacia el fallecido.
Testimonios contradictorios
Actualmente existen conclusiones diferentes entre el perito de la fiscalía y de la defensa. La acusada niega cualquier tipo de relación sentimental con el fallecido, a pesar de que se tiene entendido que él sí pretendía establecer una relación de ese tipo con ella. “Nos conocimos, pero nunca hablamos de una relación real”, explica la acusada.
En una entrevista para Südtirol News, la joven confiesa que “lo trataba como a un tío”. Explica que se convirtió en un amigo de la familia, pero que su relación “nunca fue más allá”. Ella entiende que la donación de los 400.000 fue una muestra de gratitud hacia su persona por haber cuidado al jubilado por tanto tiempo.
El perito de la defensa atestigua que el fallecido solo presentaba una leve deficiencia intelectual, motivo injustificado para que se dude sobre sus capacidades mentales durante la redacción del testamento. No obstante, el perito de la fiscalía describe al anciano como influenciable, permitiendo que la mujer haya podido ejercer cierto poder sobre sus decisiones en el pasado.
Según la página web de , ocurrió un caso similar en Reino Unido, un jubilado de 82 años le entregó su casa valorada en 776.000 euros como herencia a una camarera.
El anciano, sin hijos y sin pareja, murió en el 2020 y, a pesar de haber sido claro con la herencia, sus familiares presentaron una demanda contra la camarera por negarse a aceptar el regalo. La mujer afirmó que la casa era un agradecimiento por parte del fallecido por haberle cuidado y apoyado.
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