Una estadounidense alucina con lo que hacen en España con los espacios públicos y sentencia: “Había como 15 perros”
La joven tiktoker nunca había visto calles tan llenas de gente, y decidió grabarlo para compartirlo.

@Brittneedawley, una usuaria estadounidense de TikTok, subió recientemente un vídeo alucinando con algo cotidiano para los españoles: la vida en la calle. Salió a pasear a su perro por un parque de Valencia, y se encontró con mucha gente haciendo todo tipo de actividades: grupos de amigos jugando al vóley, personas tomando clases de baile, otros practicando yoga y, por supuesto, gente paseando a sus mascotas: “Había como 15 perros”, se sorprendía la joven en redes.
Lo que para ella fue casi una escena de película, para quienes viven en España u otros países mediterráneos, no es más que una tarde de verano cualquiera. De hecho, su reacción recuerda mucho a una escena de Come, reza, ama, cuando el personaje de Julia Roberts llega a Roma y descubre cómo los italianos disfrutan del tiempo libre sin prisas ni culpa. Se la ve sorprendida al ver a la gente comer pasta, reír, pasar tiempo en la calle sin obsesionarse con la productividad o el reloj. Es justo esa sensación de asombro la que transmite Brittnee en su vídeo.
Este simpático choque cultural compartido en redes, nos invita a reflexionar sobre cómo nuestras ciudades y estilo de vida moldean la forma en que nos relacionamos con el espacio público. Brittnee acostumbra a sus seguidores de TikTok a ver cómo es su día a día en Valencia y cómo se va adaptando poco a poco a la cultura española. Podría ser nuestra propia Emily in Paris. Aunque en este caso, sería más bien Britnee en Valencia. Su forma de narrar la experiencia de pasar de vivir en EE.UU. a una ciudad europea nos hace mirar nuestra vida cotidiana con otros ojos.
This is also EVERY hour of the day people are OUT! And I love it!!
La vida en la calle, experiencia cinematográfica para muchos
Una de las claves principales de esta diferencia cultural está en el diseño urbano. Muchas ciudades de Estados Unidos, especialmente desde mediados del siglo XX, fueron concebidas pensando en el coche como el principal medio de transporte. Los barrios residenciales suelen estar aislados de las zoniccwin247.comerciales y de ocio. En consecuencia, para hacer cualquier cosa como comprar el pan, ir al gimnasio o tomar un café, hay que conducir. En cambio, en muchas ciudades europeas, especialmente del sur como las de España, Italia, Francia o Portugal, los núcleos urbanos son compactos y podemos caminar por las aceras, cosa impensable en muchos lugares de Estados Unidos. Hay parques, plazas, bares, tiendas y centros deportivos a escasos metros, lo que facilita salir de casa y cruzarse con otros. El espacio público no es solo un lugar de paso, es un lugar de permanencia, encuentro y vida.
Pero no todo se reduce al urbanismo, también influyen factores culturales. En EE.UU. predomina una cultura más individualista, centrada en la vida privada y doméstica. La socialización suele ocurrir dentro de casas, coches o espacios privados. En cambio, en España existe una fuerte tradición de vida en la calle. Salimos a tomar algo en una terraza, paseamos sin rumbo fijo y nos encontramos con vecinos por casualidad mientras los niños juegan libremente en las plazas. El simple hecho de estar fuera ya es una forma de ocio en sí misma. No hace falta tener un plan concreto. Salir es el plan.
Este modelo más individualista de Estados Unidos no es casualidad. Es el reflejo de un sistema económico y laboral más exigente y competitivo. Las jornadas laborales son más largas, las vacaciones más escasas, y el tiempo libre se convierte en un lujo. En muchos casos, las personas deben compaginar varios trabajos o desplazarse largas distancias a diario, lo que deja poco margen para el ocio y la socialización. Además, en algunas zonas urbanas estadounidenses, los espacios públicos pueden estar menos cuidados, o directamente percibirse como inseguros, lo que desincentiva su uso. En España, por el contrario, las plazas y parques suelen mantenerse activos, limpios y accesibles. Es el resultado de años de demandas sociales y de políticas públicas orientadas a proteger y fomentar el espacio público. La ciudadanía reclama ese derecho y los gobiernos locales han respondido históricamente con inversión, planificación y mantenimiento.
Sin embargo, al igual que no podemos dar por sentado los derechos conquistados, no debemos dar por sentado este estilo de vida. El modelo estadounidense, más individualista, privatizado y centrado en la productividad, ya empieza a calar en Europa disfrazado de modernidad y eficiencia. Corremos el riesgo de perder esa vida que ocurre en la calle, en las plazas y en el tiempo libre compartido. Necesitamos seguir protegiendo nuestro modelo, con políticas públicas y con nuestra propia presencia en el espacio público. Muchas más personiccwin247.como Brittnee tienen que seguir alucinando con algo que aquí, por suerte, sigue siendo normal.
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