Una pareja se muda de Estados Unidos para instalarse en este pequeño país de Sudamérica: “Nos inspiramos en una serie”
Austin Mullins y Jack Richards, ambos de Estados Unidos, se mudaron a Uruguay en busca de mejor calidad de vida.
Los episodios de emigración se han sucedido a lo largo de toda la historia. Cuando un pueblo no se siente a gusto en su propia tierra, cuando no le brinda las oportunidades necesarias y los tiempos son difíciles, las personas tienden a buscarse un futuro fuera de sus países.
También, en muchas ocasiones, las parejas tienden a mudarse a otros países y buscarse trabajos en esos lugares para probar nuevas experiencias o aprender idiomas. Pasar una temporada en el extranjero siempre es una experiencia enriquecedora a nivel personal y, si te las apañas bien, a nivel profesional.
La historia de Austin Mullins y Jack Richards, ambos de Estados Unidos, es parecida. Se mudaron a Nueva York y dos años más tarde se comprometieron, pero con el paso del tiempo decidieron abandonar la Gran Manzana y trasladarse a una ciudad de Latinoamérica.
El destino que escogió la pareja fue Uruguay. “Nos volvimos adictos a un programa de televisión llamado ‘Escape to the Chateau’”, explica Jack a la . “La mayoría de nuestros amigos estadounidenses nunca habían oído hablar de él”. El show se basa en la idea que tiene una pareja en comprar y renovar un castillo francés del siglo XIX. Así, Jack y Austin comenzaron a pensar en “comprar una vieja propiedad en ruinas y renovarla”.
“Europa nos atraía. Pero luego nos dimos cuenta de que necesitábamos ir a algún lugar donde pudiéramos aprender un idioma que nos fuera útil”, explica Austin. Finalmente, decidieron trasladarse a un país en el que pudieran aprender español. “Mencioné Uruguay. Y entonces comenzamos a investigar la cultura aquí”, señala Austin.
La pareja se sintió atraída por el país cuando vieron las “fuertes” políticas que protegen al colectivo LGTBQ, además del “sistema político estable”. “El clima político y económico es favorable. Está en todas las listas de lugares fantásticos para visitar”, señala Jack. También les atraía la posibilidad de ahorrar impuestos fuera de EEUU.
Así, se casaron y celebraron varias fiestas de despedida. Primeramente, alquilaron varios Airbnb, y después un piso por una duración de dos años. Sin embargo, aseguran que todavía no han hecho amigos uruguayos: “Los uruguayos son muy agradables, pero especialmente las personas nacidas y criadas en la ciudad de Montevideo, tienden a entablar amistad solo con personas que conocen de toda la vida… Y es realmente muy difícil que me inviten a su casa o ser parte de sus vidas”.
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También están aprendiendo español, pero dicen, todavía están lejos de hablarlo con fluidez. Y para poder hacer realidad su sueño, el de comprar un castillo, necesitarían ganar dos sueldos, y de momento solo trabaja Jack. “Si bien no queremos regresar a Estados Unidos por nuestra propia calidad de vida y razones políticas, para muchas personas el país todavía es visto como una tierra de oportunidades”, señala la pareja.
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