Una vecina jubilada llama decenas de veces a la Policía por ruidos y la inquilina le da la ‘vuelta a la tortilla’: “Justicia poética”
El karma existe, y el cansancio de la policía se hizo notar. Los vecinos quejicosos recibieron una notificación que les dejó ‘mudos’.
Una vecina relata en un hilo en cómo hace 24 años la justicia, y la policía, llamaron a su puerta. Ella vivía en un apartamento, y pared con pared tenía un matrimonio mayor que se quejaba de manera habitual sobre sus ruidos. La policía ya sabía de sus quejas, y por enésima vez, acudieron a su llamada.
Pero en este caso, los vecinos quejicosos recibieron un comentario que les sorprendió, y no han vuelto a llamar claro. Una multa. Primero, descubrieron con medidores reales, que la música que ella escuchaba, o el volumen de la televisión, no era elevado, y para nada motivo de queja formal o multa.
Incluso con el dato de la policía, los vecinos le pidieron si aún así podía bajar el volumen un poquito más. Ella, molesta, les preguntó a los policías si no se podía poner una queja, o reclamación, o algo a aquellos vecinos que molestaban a las autoridades por nada.
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Nuestra joven vecina no volvió a recibir la visita de la policía, ni la queja de sus vecinos. Pero ellos sí recibieron una multa por falsas acusaciones. “Justicia poética”, afirma la vecina que se libró de las multas y de unos vecinos muy muy pesados.
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