Real Madrid

Chus Mateo, ante el muro del entrenador del Madrid

El técnico choca con la barrera del tercer año, que acabó con Obradovic, Scariolo... y casi con Laso. En breve se conocerá si hay continuidad o llega Scariolo.

Chus Mateo dirige a su equipo en plena final de la Liga Endesa.
CHEMA DIAZ | DiarioAS
Ricardo González
Licenciado en Periodismo en 1997 y desde ese año redactor de Diario AS. Se apasionó del baloncesto europeo mucho antes, cuando era un niño en los 80, y en la actualidad es cronista del Real Madrid, del que ha cubierto más de mil partidos entre la ACB y la Euroliga. Estuvo en Japón 2006, en el primer Mundial que ganó España.
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Los títulos son motivo de alegría, y más cuando se conquista una Liga Endesa tan competitiva como esta, y suelen traer calma a los clubes, aunque sean de la exigencia del Real Madrid. Esta vez lo primero es seguro y lo segundo, la función lenitiva, está por ver, porque se avecinan movimientos de gran calado en el baloncesto merengue, de esos que decide el presidente. El primero, la salida de la dirección de la sección de Juan Carlos Sánchez (15 años y 28 títulos) y la llegada de Sergio Rodríguez.

De Florentino dependerá también si Chus Mateo (de 56 años) cumple el año de contrato que le queda después de la conquista liguera y de cerrar al alza, con una labor de gran mérito, una temporada muy compleja, que empezó torcida con problemas de calado en la configuración de la plantilla. O si como apuntan diferentes fuentes se apuesta por un cambio, en el que el elegido es Sergio Scariolo (64 años), actual ­seleccionador y con contrato hasta 2028, que, de darse el supuesto, dejaría el cargo al final del Eurobasket en septiembre, donde España defenderá el título. En ese escenario, los nombres de Pablo Laso e Ibon Navarro, incluso el de Chus Mateo, podrían entrar en el plan de la Federación como sustitutos, según informa Juan Jiménez.

“No contemplo otra opción, dependerá de ellos”

“No contemplo otra opción que no sea quedarme”, dijo Mateo con el trofeo bajo el brazo, y añadió: “Dependerá de que el Real Madrid quiera. Estoy encantado de estar en el mejor club del mundo, mi club desde pequeño, en el que empecé con 21 años, y me alegra poder devolverle todo lo que me ha dado. Depende de ellos. Si quieren que siga, seguiré”. Incluso las voces críticas con su labor en los últimos meses han suavizado el discurso con este gran final temporada, un equipo que ha terminado al alza tras perder en verano al Chacho, Causeur, Rudy, Yabusele y Poirier. Un quinteto entero de élite.

Sondeo en AS

En un sondeo en la web de AS, alrededor del 70% de los lectores votaban a favor de la continuidad del entrenador, simplemente una pequeña muestra del apoyo que ha generado entre los aficionados madridistas en las últimas horas tras culminar su tercera campaña en el cargo con seis títulos (una Euroliga, dos Ligas, una Copa y dos Supercopas) y lograr el pase a diez finales de las doce posibles.

Chus Mateo, ayudante de Laso entre 2014 y 2022 (y a principios de siglo de Julio Lamas, Javier Imbroda y el propio Scariolo), ocupó el cargo de primer técnico en julio de 2022. Así que este verano le tocaba enfrentarse sí o sí a un muro tan real como intangible, el del entrenador del Real Madrid, que complica mucho ir más allá de la tercera temporada aunque se exhiba un contrato en vigor. Un muro tan difícil de rebasar que cortó el camino a una leyenda de los banquillos como Zeljko Obradovic. Y a Scariolo (1999-2002), Joan Plaza y Clifford Luyk. O incluso antes de tiempo a Ettore Messina, Boza Maljkovic y George Karl. Solo tres técnicos en la historia de la entidad (desde que hay Liga y Copa de Europa) saltaron la tapia invisible: Pedro Ferrándiz (y solo en su segunda etapa tras dejar el banquillo, ser director deportivo y volver), Lolo Sainz y el citado Laso. Y a este último, ya saben, el verano de 2014 (tras su tercer curso) casi le cuesta el puesto. Salieron sus ayudantes (Cuspinera y Hugo López). La destitución estaba prevista y el relevo, también, Fotis Katsikaris; pero Laso, finalmente, continuó. Salvó el muro y unos meses después levantaba la Novena (2015) y luego la Décima (2018) hasta encadenar 11 temporadas (22 títulos), solo por detrás de las 14 seguidas de Lolo Sainz.

“La gran dificultad es gestionar un vestuario, que no implosione”

Ahora, ese muro le ha llegado a Mateo, que respondía así en la SER a la comparación con Laso (cinco trofeos) en sus tres años iniciales: “No es justo comparar a nadie con nadie. Pablo es una leyenda”. Y sobre las dudas con su labor, lo tiene igual de claro: “Lo que me importa es que yo me vaya a casa satisfecho, más que lo que se piense fuera. Llevar al Madrid es una misión difícil, conlleva gran responsabilidad con muchos factores, incluido el entorno y unos jugadores que son buenísimos, pero que solo pueden jugar cinco y a veces se enfadan. Esos egos pueden ser más difíciles de manejar que dirigir. Los entrenadores en España son buenísimos y la dificultad real es gestionar un vestuario, que no implosione cuando las cosas van mal”.

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Y las cosas se pusieron mal en diciembre, cuando el club empezó a pensar en Scariolo. A principios de marzo, el balance total era de 34-20, desde entonces 29-5. Y en Liga 30 victorias en las últimas 31 jornadas con un equipo que ha sacado la cabeza con más jugadores involucrados al máximo nivel, entre ellos, Feliz y Garuba, dos de los fichajes. “Estábamos tristes por nuestra afición, pero fuimos capaces de poner el broche a la temporada ganando uno de los premios gordos”.

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