Real Madrid | Chus Mateo

Mateo: “Hasta los resultados han justificado mi trabajo en el Madrid”

Chus Mateo relata parte de la experiencia vivida en el Real Madrid. El técnico prefiere no pensar en su final aunque pone en valor sus resultados.

Chus Mateo -
JAVIER GANDUL | DiarioAS
Mike Maestre
Nació en Madrid en 1992. Cursó estudios en Periodismo en la Complutense de Madrid. Entró a AS en 2017 y se zambulló en Baloncesto. Y ahí sigue, entre NBA, ACB, LEB, competiciones internacionales... Ha trabajado, además de aquí, en MARCA, NBAmaniacs, EuroSport, la revista Gigantes o las retransmisiones de Euroliga.
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Unos días después de que el Madrid emprendiera un nuevo trayecto en su sección de baloncesto, empezando por el cambio Herreros-Sergio en la dirección deportiva, otro de los que ha salido de la casa blanca habla de lo que allí ocurrió. Chus Mateo, relevado de sus funciones a pesar de ganar la Liga Endesa para dar paso a Sergio Scariolo, ha contado algunas de sus experienciiccwin247.como técnico principal del Real -cargo en el que estuvo tres años- en una entrevista concedida a .

¿En qué está ahora? “Yo tenía una serie de charlas ya comprometidas desde hace tiempo y estoy tratando, digamos, de impartir conocimiento. Me río porque ahora parece que uno sabe de baloncesto y le llaman para decir lo que piensa de ciertas situaciones dentro del baloncesto. Y es curioso porque hasta que no entrenas al Real Madrid la gente piensa que no eres nadie. Todo lo que sea baloncesto me gusta, también compartir ideas y hablar con otros entrenadores”. Tras la celebración de la Liga Endesa, único título de la temporada 2024/25, se anunció el cese.

Velocidad decreciente y a la espera de ofertas para volver a trabajar: “En esta vida lo importante es ser feliz. Y a mí el baloncesto me hace feliz. Por supuesto que después de entrenar al Real Madrid piensas que estás preparado para retos muy importantes, y que el conocimiento que puedas tener en el baloncesto internacional sea útil para cualquier proyecto, sin duda alguna, pero quiero entrenar y que mi familia sea muy feliz”.

Se considera un afortunado por ejercer esta profesión: “Siempre quise ser entrenador de baloncesto. Realmente nunca piensas que un ‘hobby’ va a ser tu forma de ganarte la vida. Encantado de esta vida que estoy viviendo”. Se está dedicando a compromisos adquiridos y a charlas.

Jugaba al ajedrez y al baloncesto a la vez; siempre digo que esa mezcla tan curiosa me ha ayudado a pensar como entrenador

Chus Mateo

El Madrid le despidió nada más ganar el torneo liguero. A muchos les costó procesar cuáles eran las razones. “No es que no entendiera la decisión. Trato de no plantearme mucho si en esto hay justicia o no. Hay cosas que para mí son más importantes. Es algo que deciden en el Real Madrid, de cambiar el aire y el rumbo de lo que venía acontecimiento en la sección de baloncesto (también en la de fútbol, ha cambiado todo mucho)”, destaca. “No es que me pregunte demasiado el porqué. Creo que es mejor seguir adelante y no pensar. Me paro a hacerlo con que he disfrutado tres años como entrenador principal del Real Madrid, que para alguien que ha sido madridista desde muy pequeñito y que ha estado 25 años en el club es maravilloso”, añade.

Chus reivindica lo conseguido: “Estoy muy contento por lo conseguido y por el trabajo hecho, y no es porque lo diga yo. Muchas veces los entrenadores pensamos que hacemos un buen trabajo, dejándonos el pellejo en hacerlo lo mejor posible, pero los resultados no lo justifican. Y en este caso hasta los resultados justifican el trabajo”.

El Real es una plaza hipercomplicada. Él se ha sentido cuestionado desde el momento en le que cogió el equipo. “Había un cierto runrún. Pero es que desde el primer minuto que Chus Mateo cogió el Real Madrid había runrún. Porque la gente pensaba que Chus Mateo a lo mejor no estaba a la altura de lo que necesitaba el Real Madrid”, desgrana. “A mí me gusta hablar del baloncesto en primera personal del plural, no personalizar así. La figura de Chus Mateo no era tan importante. Se consiguió un ambiente bueno de trabajo. Hacer que los jugadores crean es una tarea que tiene que hacer el primer entrenador, como líder, y eso para mí, no digo lo de tener a los jugadores en el bolsillo pero sí que crean en lo que predicas, fue clave”, agrega.

La competición continental le sometió a un gran escrutinio para ver si valía en ese trabajo: “Nuestra Euroliga este año no fue buena. Era un equipo que cambiaba la mitad de la plantilla. Teníamos que ver por dónde iban los tiros. El año anterior habíamos jugado muy de memoria porque había muchísimo talento y este año hemos tenido que picar mucha piedra”.

Mateo confiesa que le ha faltado seguridad desde el inicio: “Hay momentos malos. Yo nunca he llegado a sentir una seguridad de decir: ‘Este tío ha ganado una Euroliga. Este tío ha ganado la última Liga’. Tampoco que por ir 6-9 en la Euroliga el cambio fuera inmediato. Pero no había tiempo, siempre había que reaccionar rápido porque si no, seguramente, iba a haber cambios. Es algo con lo que he tenido que jugar”. Para que se entienda mejor, Woody Allen: “Muchas veces comparo nuestra vida con la secuencia de inicio de ‘Match Point’, en la que la pelota cae de un lado o de otro y eso te convierte en culpable o inocente, héroe o villano. Pero el deporte es así”. En el éxito de Kaunas, la undécima Copa de Europa del Real Madrid (el título más importante de los seis logrados como entrenador principal), tuvo que tomar una decisión de entrenador que lo cambió todo, la de darle el tiro final frente al Olympiacos a un Llull que llevaba cero puntos: “Esos tiros son de Llull. Mientras esté en activo esos tiros siempre van a ser de Llull. No hay otro jugador que pueda coger el balón y saber que en ese momento hay que ser frío, abstraerse, porque los fans del Real Madrid eran minoría, y no me habría cabido duda nunca de que ese balón era suyo aunque su partido no fuera bueno. Sabía que me iba a decir que sí”.

La relación con Laso, al que sustituyó tras el infarto que el alavés sufrió hace tres años, se enfrió en su momento. En la actualidad habla de ella con orgullo: “Mi relación con Pablo siempre ha sido muy buena y siempre lo será”.

Una constante durante estos tres años ha sido el doble filo: constatar que es una persona educada pero a veces con la crítica implícita de que eso le impedía apretar más como entrenador. “No sé si soy buena persona o no, pero lo intento. Y si lo consigo, lo hago por mis hijos. Es lo que me inculcaron mis padres, tratar de hacer el menor daño posible a quienes te rodean. No creo que sea incompatible ser buena persona y buen entrenador. Intento medir mucho mis palabras para que mis hijos no se avergüencen”, apunta. Un punto de no retorno quizá fue el segundo Olympiacos-Madrid de cuartos de la Euroliga, “un arbitraje de otra época” como señalamos en AS. “Igual tenía que haber rajado del arbitraje en El Pireo, pero entonces no sería yo. Creo que en el juego afectan muchas variables, pero que no hay que hacer mención a ello: lesiones, arbitrajes, presupuestos... Lo odio, odio que la gente se ponga a hablar de cosas que pueden influir, echando mano de ellas cuando pierdo y no cuando gano. No es mi estilo”. Recalca otro deje arbitral: “Durante un partido tratas de arrimar el ascua a tu sardina y hacer ver que un árbitro se ha podido equivocar, pero luego les doy la mano. Porque eso es otra cosa que odio. ‘¿Por qué os vais tan rápido?’, les digo muchas veces. Si yo les voy a dar la mano. Me gusta tratarles como deportistas. Se ha acabado el partido y, al menos yo, luego no voy a decir si han pitado bien o mal”. Sí le gusta hablar de la nula relajación que permite un calendario como el del Madrid: “No me gusta echar mano de cosiccwin247.como las lesiones; mira el Barcelona este año, ha tenido muchísimas. Pero no me gusta recordarlo siempre. El calendario sí me gusta ponerlo encima de la mesa porque creo que el actual es demasiado apretado, al deportista se le exige ganar desde el minuto uno hasta el último día en diez meses donde no valen picos de forma. 90 partidos seguramente afectan al espectáculo. Los jugadores quieren darlo todo, y no voy a decir que se relajen, pero claramente se guardan un poco porque en dos días tienen otro partido”.

En otro orden de cosas, la opinión de Mateo respecto a un par de jugadores a los que ha tenido a las órdenes al nivel y exigencias de un trabajo como head coach.

Hezonja: “Mario es un tipo con un corazón enorme. Es muy locuaz, no tiene tanto filtro. Yo he tenido con él una relación extraordinaria. Sabiéndole manejar, porque es visceral”.

¿Cómo debe ser el ocupante del banquillo? “El Madrid a veces necesita un entrenador que baje su perfil por el objetivo común. Que mire para otro lado, que no genere problemas y tratando de resolverlos sin hacer ruido. O verlos y callarte y esperar que se resuelvan solos. O mandar a uno de los tuyos a resolverlos. Lo que no creo que deba hacer el entrenador del Madrid es generar problemas. Mi abuela decía: ‘Que se queme la casa y que no salga humo’. Muchas veces, al ser una familia, pueden salir cosas de las que se hace una montaña, y en ese momento hay que tener cuidado para que las cosas luego se puedan resolver fantásticamente”.

Feliz: “El rendimiento es mérito absoluto suyo. El cuerpo técnico y sus compañeros de posición han ayudado a su nivelazo. Me alegro mucho por él porque es un chico extraordinario”.

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