Granger salva del bochorno al Movistar Estudiantes

El Movistar Estudiantes rozó el bochorno en Morón de la Frontera. Luchó con mucha fuerza para conseguirlo. Insistió con vehemencia en hundirse en el fango ante el Naturavia. Volvió a jugar con fuego, como ante el Oviedo y el Ourense, frente al colista, que soñó con estrenarse en la Primera FEB casi 40 minutos: dominó el marcador todo el partido salvo cuatro minutos en el inicio del tercer periodo para hundirse en la prórroga (93-90).

Pero apareció su salvador particular. El hombre que ha decidido llevar a los colegiales al ascenso, llueve o truene: Jayson Granger. Todo depende de él. El resultado final del Estudiantes está en sus manos y el canterano ha decidido asumirla toda la responsabilidad. Un orgulloso ramireño.

El base se colgó a todos sus compañeros a la espalda para dar la vuelta a un encuentro que era imposible. Otra muestra del manual de resistencia colegial de esta temporada. A falta de 04:32, los andaluces controlaban el duelo por 15 puntos (79-64). El uruguayo, que llegó al descanso sin anotar, lideró el parcial de 5-20 para alcanzar la prórroga con empate a 84. La segunda en cuatro días tras la del domingo ante el Ourense.

Granger hizo en ese lapso 11 de sus 25 puntos con tres triples y la canasta del empate, un precioso lanzamiento a media distancia que heló el pabellón Alameda a falta de 4 décimas. Pato Garino también intervino desde el perímetro al igual que Devin Schmidt (últimamente errático y sin confianza en el lanzamiento). En total, 5 triples para un 6 de 9 en el último cuarto.

También la zona 3-2 que colocó Pedro Rivero cuando todo estaba perdido y vio como los suyos fueron, un día más, débiles y confusos en defensa. Los cambios automáticos siguen sin conducir a nada bueno con casi cuatro meses de temporada ya consumidos. Y hay dos opciones: o atrás se ejecutan mal los planes por falta de actitud, intensidad, mala suerte... o este equipo no puede defender de esta manera por falta de pericia del usuario.

Esta última posibilidad apuntaría directamente al segoviano que ve como su defensa se derrite cuando tiene enfrente un pívot alto y fuerte: frente al Ourense fue Gill y contra el Morón, Da Silva y Badji. Un agujero que deja demasiadas dudas cuando en el horizonte se vislumbra el Flexicar Fuenlabrada y el San Pablo Burgos con los que comparte el coliderato (10-1). Ambos rivales están increíbles y no despiertan dudas en su juego como los estudiantiles.

En el tiempo extra, Granger no frenó: cuatro tantos más para 15 en los últimos 9 minutos. Y mucho peso en sus piernas con 40 minutos disputados. Todo un partido jugado con un duro defensor encima, un Lionel Kouadio que hizo 25 tantos. Los equipos han visto que si ponen músculo sobre Granger este lo pasa realmente mal.

Importante también Garino, con 24 tantos y, lo que fue fundamental, 5 robos, algunos de ellos capitales durante la remontada y para certificar el triunfo en la prórroga, donde se cerró una historia que hace levantar la ceja a los colegiales, que nunca supieron leer el partido, con muy poca actitud de inicio.

Más nervios que alegría y el Lucentum Alicante llega este domingo (18:30 horas). Visto lo visto, todo puede pasar con un Estudiantes triste, que a pesar del triunfo mantiene la sensación de talento desaprovechado y de muy mala imagen colectiva. Y ya van tres veces seguidas y nadie pone remedio lo que es aún peor.

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