¡A por el oro!
La Selección se cuela en su 7ª final del Eurobasket contra todo pronóstico tras doblegar a Francia. Enorme Awa Fam. Incombustible Alba Torrens.


Hay que frotarse los ojos. Mucho. Hasta que se desgasten para creer lo que ha hecho esta Selección en La Paz y la Amistad de Atenas. Porque parecía imposible, pero lo han vuelto a hacer. Cuando nadie contaba con ellas, doblegaron a Francia (64-65). Cuando las bajas y el forzado relevo generacional daban la imagen de equipo en transición, derrotaron a una de las grandes favoritas para colarse en la final del Eurobasket.
Para luchar, contra viento y marea, por su 5º oro en su 7ª final continental de siempre. Es la segunda seguida tras la de Liubliana de 2023. Allí cayeron ante Bélgica y las centroeuropeas serán de nuevo el rival el domingo por subir el último peldaño en ese monte Olimpo en el que este grupo extraordinario, especial, feliz y divertido ha decidido hacer cumbre.
Unidas. En grupo, con un nuevo ejercicio de solidaridad surgido de la defensa, del esfuerzo colectivo. De la insistencia y de la fe cuando estaban 10 abajo (43-33) en el tercer cuarto. Y de la calidad. La de siempre, la de una Alba Torrens que no para de mostrar un nivel superlativo, de ejercer de líder, de heroína con 12 puntos y 7 asistencias para 16 de valoración. ¡Qué dos robos cuando más lo necesitaba la Selección!
Y la de una Awa Fam que rompió el cascarón. ¡Por fin! Vaya muestra de poder interior y ante Rupert: 21 tantos y 9 rebotes. ¡31 de valoración! Maravillosa aparición de Helena Pueyo y gran labor de Raquel Carrera con 27 minutos de esfuerzo. Para quitarse el sombrero. También con Miguel Méndez que decidió no sujetar la correa de la felicidad de las chicas y estás, con felicidad y alegría, han respondido.
Y todo en un final de thriller, con la Selección dando la vuelta al marcador en el tercer cuarto para aguantar hasta al final. A pesar de una antideportiva no señalizada y una falta en el último segundo que daba la opción a Rupert de forzar la prórroga. La francesa falló el último. La fiesta estalló en España.
Había que tirar de ingenio para frenar al mejor ataque del campeonato y Méndez sacó de la chistera una zona 2-3 que se convertía en individual al alba del partido que sorprendió a Francia. También confió en las veteranas para esos primeros pasos: en Torrens, Vilaró, Ortiz y Araújo (más Fam). Y no se dio mal. Las galas dominaron el rebote (era una opción con la que se contaba), sobre todo, el ofensivo con 7 (para 11 puntos en segunda oportunidad) por ninguno de España al descanso. Pero el encuentro estaba ahí.
Fam bailaba mejor que nunca con 12 tantos al descanso, a uno de su máxima en el torneo. Araújo acompañaba desde la personal para el empate a 18 del cuarto inicial. Ayayi hacía de las suyas para las francesas, que mostraban músculo, físico. Su ADN.
Carrera hacía el primer triple español en el minuto 14 (25-23), pero la Selección tuvo tres traspiés. Tres pérdidas (10 en el entretiempo) que hicieron volar hasta el +9 (34-27) a su rival con un 2+1 de Toure y una canasta de Salaun. Fam mantenía con respiración al descanso (38-31) a las españolas, que limitaron el potencial de su rival desde el exterior: solo 3 triples de 12 intentos cuando venían de hacerle 9 de 11 en el primer cuarto a Lituania. Ayudaba la defensa y la concentración hispana.
No iba a ser todo igual. Toure ponía la decena de distancia desde el perímetro (43-33) al volver de vestuarios y saltaban las alarmas… Pero Fam volvió al escenario, Torrens metía dos manos para correr tras robo y Pueyo descerrajaba un triple que daba la vuelta al calcetín, 46-49. Parcial de 3-16 en siete minutos para completar la del conejo. España soñaba; Francia temblaba. Ayuso dio el susto con una torcedura de tobillo.
Torrens volvía a volar, Pueyo embocaba un tiro imposible y Etxarri, a la media vuelta, no fallaba. La Selección colocaba el +5 (50-55) y el tiempo caía. La incombustible Ayayi era la única con las manos firmes en las francesas, que a cinco minutos del final estaban ahí (54-55)… sin embargo, no contaba con la sangre fría de las jóvenes, de Fam y de Buenavida, que con sendos triples sin miedo (ninguno) situaban el 56-61 con solo 160 segundos por jugarse. Bernies ponía por delante de nuevo a las galas (62-61), pero llegarían Ortiz y Torrens, el falló de Rupert. Y una nueva pantalla pasada por España. No hay quien pare a estas chicas.
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