Emma Meesseman, la devoradora de mundos
La estrella belga, que juega con una deficiencia auditiva, fue el verdugo de España en las dos últimos enfrentamientos con 21,5 puntos de media.
Antes de Emma Meesseman, la nada; con ella, la gloria. El baloncesto belga (masculino y femenino) cambió radicalmente con la irrupción de la pívot (32 años y 1,93 m) en la selección absoluta. De ser el patito feo, de no disputar nunca mundiales ni Juegos y, raramente, Eurobasket (10 de 34 desde 1950), a ser el gran ogro continental.
El rival que quita el sueño y que este domingo reta a España en la final continental (19:30 horas, La 1). El enemigo contra el que nadie quiere verse las caras. Y todo ello, gracias a una jugadora única, especial, de calidad arrolladora. De inteligencia sublime en pista. “No quedan adjetivos para describirla. Es una jugadora increíble. Lo demuestra en cada partido, en cada competición que juega”, dijo Raquel Carrera, pívot de la Selección, sobre la estrella belga, nacida en Ypres (uno de los campos de batallas más sangrientos de la Primera Guerra Mundial), que ha conducido a su selección a los dos últimos campeonatos intercontinentales (2018 y 2022) y a los Juegos de Tokio 2020 y París 2024.
Y que ha acumulado dos bronces (2017 y 2019) y un oro (2023) continental, las tres únicas medallas de siempre del país centroeuropeo, impulsados por la amiga de Alba Torrens: ambiccwin247.compartieron vestuario en Rusia, en el Ekaterimburgo, donde ganaron cuatro Euroligas. Sus dos últimas llegaron con el Fenerbahçe.
“Es una de las dos mejores jugadoras del mundo. Hace a sus compañeras mucho mejores”, comenta Miguel Méndez, seleccionador nacional y antiguo tutor en Rusia de Meesseman, que fulminó a España en las dos últimas ocasiones en que se han visto las caras, en la final del pasado Europeo y en los cuartos de París 2024, con 21,5 puntos y 8,5 rebotes para 26,5 de valoración media en ese par de enfrentamientos, y que en este Eurobasket tiene, con 30 tantos frente a Alemania, la segunda mejor marca anotadora. Sus 12 rebotes contra Italia en semifinales son el quinto mayor registro. Nadie supera sus 39 créditos de cuartos ante las germanas.
“Es muy fácil jugar cuando ella está en cancha”, alaba Mike Thibault a su pupila, a la chica que nació con una deficiencia auditiva de más del 50% que la obliga a usar audífonos en los partidos y estar pendiente de los labios de los entrenadores y de sus compañeras si hay mucho ruido: “Solo soy una chica normal”, dice la campeona de la WNBA en 2019 con Washington Mystics: “Para mí no es nada especial. Nunca ha sido una barrera ni me ha frenado. Siempre he hecho lo que he querido hacer. Solo tienes que seguir tus sueños”.
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