España, intratable
La Selección se exhibe con una paliza monumental ante Macedonia y sigue su curso en un Eurobasket Sub-18 en la que está siendo un auténtico martillo pilón. En cuartos, ante Turquía.


El curso de la Selección en el Eurobasket Sub-18 sigue siendo impecable. La Selección ha pasado por encima de Letonia, de Eslovenia y de Bélgica y ahora ha hecho lo mismo con Macedonia en la que ha sido una auténtica y perfecta paliza de un partido que han dominado de principio a fin. Y con un premio más para la saca: los cuartos de final, que ya se han certificado con una victoria espectacular (92-38) que les cuela entre las ocho mejores selecciones de Europa. Ahora, si ganan un partido más, a semifinales. Y, con ello, un 75% de posibilidades de conseguir medalla. Otra más para constatar que el futuro está asegurado y que el trabajo de formación y de cantera en España está más que arraigado.
La 🇪🇸 a un paso más cerca del objetivo 🎯 La Selección venció a Macedonia del Norte y selló su billete a cuartos 🔥
— Baloncesto España (@BaloncestoESP)
🏆
🇪🇸🆚🇲🇰
FINAL (92-38)
📌 Belgrado (Serbia)
El partido fue un paseo. Macedonia sólo aguantó, y muy débilmente, en un primer cuarto en el que la Selección ya mandaba por 19-13. El segundo parcial fue de 23-7, por lo que al descanso el partido ya estaba prácticamente sentenciado (42-20) a expensas de una reacción que nunca llegó. El 22-13 del tercer cuarto demostró que el partido tenía dueño. Y, por si había alguna duda, el cuarto final fue para enmarcar: 28-5, con una defensa férrea y sin fisuras y un ataque que fluyó en todo momento. Al final, 92-38, una victoria incontestable de 54 puntos de diferencia. Otra paliza para confirmar las buenas sensaciones y alcanzar los cuartos de final.
Macedonia no opuso apenas resistencia. Darjan Dimovski fue su jugador más destacado y a la postre el único que superó los dos dígitos en anotación. Se fue a 13 tantos en casi 27 minutos, además de sumar 4 rebotes. Los macedonios lanzaron por debajo del 26% en tiros de campo y del 23% en triples, además de no acudir ni en una sola ocasión a la línea de personal, cometer 18 faltas y perder hasta 26 balones. Un bagaje muy pobre para una selección menor que se encomendó a un milagro que nunca llegó. El rival era de envergadura y la juventud y la precocidad parecía que eran sólo de un lado. Y que la madurez y la experiencia del otro eran impropias para esos jugadores que todavía no han alcanzado la mayoría de edad.
En España todo fue un festín. Todos los jugadores participaron y todos anotaron puntos y tiros de campo. La cosa estuvo muy repartida, aunque Andy Huelves se fue a 12 tantos y 7 rebotes, siendo el mejor jugador del partido. Le acompañaron Diego Niebla con 15 y un espectacular Ian Platteeuw, que se fue a 10, con 13 rebotes y 3 asistencias para 24 de valoración. La Selección rozó el 60% en tiros de campo, jugó mucho en transición aprovechando las constantes pérdidas de sus rivales e hizo lo que quiso sin quemar a los miembros de la plantilla y que estén lo más frescos posibles para lo que viene. Que es, en última instancia, lo más grande. Ahora no hay segundas oportunidades y todo es ganar o morir. O prevaleces o te vas a casa. Y España llega invicta a la hora de la verdad (este jueves en cuartos ante Turquía) mientras que no tiene ninguna intención de hacer las maletas antes de tiempo. En el horizonte, el objetivo de la medalla. Eso siempre. De vencer a los turcos, en semifinales se cruzaría con el vencedor del Italia-Serbia.
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