Fiesta completa para Doncic
Luka Doncic no sólo hizo ganar a Eslovenia el primer partido en este EuroBasket, fácil ante Bélgica, sino que logró el quinto triple-doble de la historia en este torneo.
Momento para sonreír. Momento para destensar. Momento para ganar. Eslovenia, ésta y no las anteriores, ha sufrido en el inicio el EuroBasket dos derrotas que les han tirado la moral por los suelos. El campeón de hace dos ediciones no es el que solía ser. Pero se mantiene Doncic fiel a la patria y el equipo batallará la próxima semana por clasificarse para octavos de final. El primer paso está dado: sobrevivir a Bélgica, que ya se había estrenado en la jornada previa contra Islandia. Casillero positivo estrenado. Por si el colectivo no fuese suficiente, marca bestial para Luka. Todos felices. El camino les llevará hasta islandeses e israelíes, con los que comparten el grupo D, y empieza ahora con una cara muy distinta a la de ayer.
Luka Doncic maravilló un día más. Con el gesto menos agrio, sentando cátedra con compañeros menos experimentados, siendo un líder y, claro, plasmándolo en el papel. El ‘77′ de la selección eslava y de los Lakers firmó un triple-doble este domingo que le coloca como quinto jugador de la historia en hacerlo. En el historial del EuroBasket encontramos estos precedentes: Stojko Vrankovic (Croacia, 1993); Toni Kukoc (Croacia, 1995); Andréi Mandache (Rumanía, 2017); Mateusz Ponitka (Polonia, 2022). El quinteto lo completa el de Liubliana en 2025 con esta línea estadística: 26 puntos, 10 rebotes, 11 asistencias. 30:12 minutos de juego en la gloria para él.
Sekulic incluso pudo poner en marcha el sistema de rotaciones, un bien privativo sin hablamos de Doncic pero la plantilla igualmente es de doce personas. No podrá relajarse, como le ocurrió en el propio encuentro, si quiere lograr la clasificación. Al menos uno de los dos próximos compromisos los debe sacar adelante. Katowice dictará sentencia entre el martes y el jueves.
En lo respectivo al partido, no mucha historia. En la segunda parte el único aliciente era la referenciada marca de Luka Doncic. Lo grupal quedó en segundo plano. Si bien hubo un empujón de Bélgica, dado el control que Eslovenia había ejercido previamente y la diferencia que había, nada más allá. Hasta se amplió el margen a la frontera de los veinte. Prepelic, el otro veterano, aportó 12 tantos a la causa eslovena. En los leones, 15 de Van Vliet y 13 de Manu Lecomte.
Bélgica dio una imagen de equipo deslavazado, sin orden ni concierto, de ser uno de los más flojos de la competición. Gozan, sin embargo, de cuatro puntos en la tabla clasificatoria. A ellos también les queda Israel, en la cuarta cita, pero cerrarán el grupo con un partido en el Spodek Arena frente a la anfitriona, Polonia, que se presume clave para lograr su objetivo al respecto.
El encuentro avanzó al ritmo que quería Luka, parsimonioso sacando faltas -siete tiros libres en la primera mitad- y más acelerado en cuanto veía fallas en la defensa contraria. En el primer descanso que se tomó incluso sus compañeros, a los que señala por la disparidad de calidad que hay con la superestrella, hicieron un buen papel. Era el día para ello. Al descanso, 19 puntos de Luka con 43-31 en el marcador. El de los Lakers se había frustrado por los errores de las primeras jugadas y al encestar su primer tiro en juego (9/23) le tiró un beso al aro en agradecimiento. El también veterano Prepelic ayudó a tirar del carro. Los belgas hicieron la goma en el tercer acto: casi veinte abajo, tres triples seguidos les dejaron en la ribera de la decena, volviendo a caer tiempo más tarde. Todo listo para el fin de fiesta, esta vez completa.
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