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GreciaGRE
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Finalizado
AMISTOSO | ESPAÑA-GRECIA

La Vieja Guardia de España aún manda

La Selección da una buena imagen ante Grecia tras la derrota del martes gracias a la aparición de Sergio Llull y Rudy Fernández. Bien Willy.

La Vieja Guardia de España aún manda
ALBERTO NEVADO
José Ignacio Pinilla
Licenciado en Periodismo por la Complutense, comenzó en AS en maquetación en 2010. Tras su paso por fútbol, se unió en 2014 a baloncesto. Ha cubierto en directo la Supercopa de 2020, las Copas de 2020 y 2021 y partidos de España de las Ventanas. También el Eurobasket femenino de 2023. Escribió sobre la pandemia de la COVID en el confinamiento.
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Segundo partido de preparación para el Eurobasket y primer victoria. Contra Grecia (87-80), su verdugo el pasado martes. Fue un triunfo balsámico tras las dudas creadas por la derrota en Atenas y que dejó una cosa clara: Sergio Llull y Rudy Fernández, la Vieja Guardia, son aún muy necesarios en este grupo. Entre los dos cambiaron la cara completamente al equipo de Scariolo cuando el partido imitaba al del OAKA. Solo apilaron entre los dos 12 puntos (6 por barba), pero fueron claves. Primero, para cortar e igualar la explosión helena y, luego, para lanzar a España hacia una victoria a la que también contribuyó un genial Willy Hernangómez (21 puntos y 8 rebotes para 24 de valoración). Los tres fueron lo mejor de un amistoso que se quedó sin su mejor reclamo antes de comenzar: Giannis Antetokounmpo, que arrolló a la Selección con 31 puntos, descansó en Madrid.

Scariolo salió con el mismo quinteto de Atenas. Y el resultado no varió mucho. Grecia cogió el timón del duelo frente a una España lente e imprecisa. Lorenzo Brown no lograba organizar las ideas y Juancho chocaba ante los muros helenos en cada penetración (forzadas en su mayoría). Solo Willy sacaba músculo con 4 puntos y una facilidad pasmosa para luchar y atrapar rebotes ofensivos. En eso, el pívot de los Pelicans es un privilegiado. Los mismos problemas y las mismas soluciones que en el OAKA, así que Grecia tiró de la misma fórmula que le hizo ganar sin apartarse ni un centímetro del ‘guion Itoudis’: fluidez de movimiento y poder aéreo. Sin Giannis, le tocó a su hermano Kostas machacar, y la diferencia se disparó hasta el +7 (8-15). Esta película era tan familiar…

La revolción

Pero sí que había una diferencia con respecto a Atenas: Sergio Llull. El base revolucionó a España junto a Rudy Fernández. La Vieja Guardia. Conexión blanca en el hogar del Madrid. Inevitable que la magia apareciera. Entre los dos insuflaron un aire renovado al juego. La Selección se convirtió en un equipo valiente, rápido, vertical. Vitamina D para el enfermo, que se levantó con 9 puntos combinados de los dos veteranos, que pusieron el 22-19 al cerrar el primer cuarto.

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Y con el viento a favor y una dirección clara, la Selección se sacudió los nervios y chocó de tú a tú con Grecia. Sobre todo, Brown, con 5 tantos consecutivos nada más abrirse el segundo periodo. Jaime Fernández tomaba el relevo de Llull y la velocidad se mantenía en quinta con Sebas Saiz corriendo a su lado (su movilidad es un puñal para las espaldas rivales). Fran Guerra no se dejaba intimidar en la zona. ¿El resultado? La máxima para los locales, un 43-32 gracias a un robo de pillo de Llull que el mismo convirtió en triple.

El huracán del primer tiempo dio paso a un tiempo más calmado en el segundo. Permitió ver a Llull y Brown juntos en pista (buenos minutos) y a Juancho tirar de manita desde el perímetro (10 puntos, 2 de 2 de tres). Y el debut de Juan Núñez, el quinto más joven de la historia con España con solo 18 años, 2 meses y 4 días. Y, claro, a España disfrutar y ganar tras las dudas del debut, pero ya lo decía Willy Hernangómez: “La concentración no ha hecho más que empezar”. Ahora, Lituania con la mirada puesta en Georgia.

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