Méndez: “Para mí esto es un diez”
La Selección femenina celebra en Madrid la plata conseguida en el Eurobasket: “Esta medalla tiene mucho mérito”.
Veinticuatro horas después de colgarse una plata europea, la Selección femenina cerró la celebración en un conocido restaurante madrileño antes de comenzar unas más que merecidas vacaciones. Junto a ellas estuvo la Selección de 3x3, recién aterrizada con el oro de la Copa del Mundo de Mongolia.
Merecidas vacaciones porque las jugadoras que estuvieron en la final de la LF Endesa (Mariona Ortiz y Helena Pueyo del Casademont Zaragoza y Alba Torrens y Raquel Carrera del Valencia Basket) acabaron la temporada el 11 de mayo y ocho días después ya estaban concentradas para preparar un Eurobasket que ha tenido un final algo amargo, pero en el que se ha conseguido una plata que augura un gran futuro para el baloncesto femenino español. “Hay mucho trabajo detrás de esta medalla”, desvela Alba Torrens.
El camino ha estado lleno de curvas, lo que le da incluso más valor. Con las lesiones durante la temporada de María Conde, Nerea Hermosa y Megan Gustafson; la baja de Maite Cazorla, que intentó llegar a la cita pero tuvo que bajarse en plena concentración; las dudas con Raquel Carrera, que a pesar de su tobillo ha hecho un grandísimo campeonato (incluida en el quinteto ideal junto a Alba Torrens); y el contratiempo ya en Atenas de Iyana Martín, con esa colitis infecciosa que borró a la asturiana de todas las eliminatorias. “Lo que ha hecho este equipo para mí es un diez. Quizá con el oro sería un diez más grande y con un rotulador más grueso, pero no se merece menos. La filosofía, la energía, lo que se está construyendo... Eso es lo más grande”, recuerda Miguel Méndez.
España siempre ha demostrado que se levanta con fuerza de las caídas, que tiene ese carácter y ese corazón que le ha hecho crecer varios centímetros en cada campeonato. La veterana de este equipo, Alba Torrens (35 años y diez medallas), es la única que vivió en primera persona la gran decepción del Europeo de 2011, cuando la Selección viajó a Polonia pensando en el oro y quedó décima, sin Juegos y con el castigo de tener que disputar un Preeuropeo mientras otros se divertían en la cita olímpica de Londres. Pero después de aquello llegó la revolución, siete medallas en siete veranos seguidos (incluidos tres oros europeos) antes de cerrar la racha en el Eurobasket de Valencia, en 2021, con aquel sexto puesto que despejó el verano de España en 2022, sin Mundial, y de nuevo obligada a una reconstrucción a contrarreloj, pero que presume de contar con unos pilares sólidos. Porque poco después de aquello, y ya con Miguel Méndez en el banquillo, la Selección se ha colgado dos platas europeas (once medallas continentales de trece posibles en este siglo), que auguran un futuro igual de brillante.
El runrún de ese 14-0 con el que Bélgica le dio la vuelta al marcador cuando España mandaba por 12 a falta de tres minutos o el pase errado de Mariona Ortiz a Alba Torrens durarán aún unos días, pero esta plata cada vez tendrá más brillo, como dejaba claro la capitana. “El domingo fue un momento doloroso. Era una mezcla entre dolor y rabia. Lo estamos procesando, pero hay que valorar este éxito. Es lo que he intentado transmitir, el orgullo que siento por este equipo”, explica Torrens. Y ese equipo se marchó de Atenas con premio, con una plata que cada día sabrá un poquito mejor.
¡Tus opiniones importan!
Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de . ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic .
Rellene su nombre y apellidos para comentar