“Sólo me iría contento con el oro; tal cual”
Santi Aldama atiende a AS con cercanía, pero también con determinación. Humaniza al jugador pero también asume su papel de nuevo líder de la Selección.


Vive feliz en Memphis, pero Santi Aldama (10-1-2001, Las Palmas) respira Canarias por los cuatro costados. Atiende con exquisita amabilidad a AS en el hotel Parklane de Limasol, a la orilla del mar, en las vísperas del debut del Eurobasket contra Georgia. Un tipo cercano, pero también con determinación, que humaniza al jugador pero también asume su papel de nuevo líder de la Selección. Muchos ojos le van a mirar en el torneo.
¿Cómo cree que le ve la gente desde España? Fernando Martín era del Madrid, Gasol del Barça, Ricky de la Penya. Usted se fue tan joven…
Como dice usted, creo que algo diferente. No existe ese club al que unirme, pero soy canario, y como los canarios tenemos mucho sentido de pertenencia, eso juega a mi favor. Es verdad que en España estuve en Canterbury y luego me fui a Estados Unidos. Mi camino ha sido algo diferente, pero sí noto que los canarios somos muy nuestros y noto un apoyo muy especial.
Llegó a jugar como invitado en el Barça o el Madrid; y una Minicopa con Gran Canaria. ¿Por qué no cuajó aquello?
No se apostó por mí de una manera total. No había nada sobre la mesa que mereciese la pena para mí. Por eso opté por Estados Unidos. Mientras estudiaba, me daba opción de jugar a baloncesto a un nivel muy alto, que es algo que ahora es diferente. Pero que antes se veía muy lejano. Y creo que es una herramienta importante para desarrollarnos. Surgió eso y además estaba Ivo Simovic (el entrenador que estaba en Loyola y buen amigo de su padre), que había estado en Torrelodones. Había una conexión europea y española y de ahí el camino que empecé.
“Madrid y Barça no apostaron por mí de una manera total, no hubo nada serio en la mesa”
Aldama
Es su tercer gran torneo con España. Hasta ahora nos ha dado pinceladas. El partido contra Canadá en el Mundial de 2023 en Yakarta; o contra Grecia, en Lille, durante los Juegos. ¿Su reto en este campeonato es la regularidad?
Mi reto es ganar, realmente. Que el equipo lo haga lo mejor posible, siempre con las señas de identidad de España. Creo que sí tengo esa responsabilidad de líder, pero las actuaciones personales no quiero que sean un foco, ni mucho menos, para mí. Necesito que España gane todos los partidos; y estaré contento si ese es el resultado.
Decía Scariolo en AS que, aunque esté al inicio del proceso, usted tiene todas las cualidades para ser líder.
Me veo capacitado, lógicamente. Es verdad que soy muy joven, aunque eso lo podríamos decir de todo el equipo… Pero me veo capacitado para llevar al equipo a la victoria, siempre buscando las herramientas que me permitan encontrar el juego colectivo.
“Tengo responsabilidad de líder y me veo capacitado para ello”
Aldama
También intuye el seleccionador una conjura especial del vestuario para despedirlo haciendo algo grande.
Sí, porque se lo merece. Lo que ha dado Sergio a nuestro baloncesto es inigualable y no se había visto antes. Pero también por el ADN de España. Al final, nosotros somos un equipo, una Selección y un país que no nos conformamos con hacerlo medio bien. Somos un país que tiene que ir a muerte y apuntar a lo más alto. Se han ido muchas leyendas, sobre todo Rudy y Llull, pero somos España y nuestro estándar debe ser el mismo siempre que jugamos. Así que, para responder mejor a su pregunta: sí queremos hacer algo grande porque Sergio se lo merece; y sí porque somos España.
¿Con qué consejo o instrucción táctica se queda de él?
Con lo más simple. Que sea yo mismo, que sea agresivo y que no tenga miedo al fallo. Para él, lo más importante es que cada uno dé su mejor versión; y eso pasa por ser agresivo y sabiendo que, si en algún momento se comete un fallo, ya habrá algún compañero que ayude a solucionarlo.
Usted salió relativamente pronto del circuito FIBA. ¿Le cuesta adaptarse y se siente en desventaja con el resto cuando llegan este tipo de campeonatos?
Al final jugué con normas FIBA hasta los 18 años. Sí estoy acostumbrado al juego. Es cierto que hay normas diferentes como los tres segundos defensivos; y ahí me suele costar cambiar el chip porque me puedo quedar en la zona, y puedo ser más agresivo en ese sentido. También el ‘ball tending’…, pero sobre todo se notan los espacios. Sin embargo, la preparación te renueva y te ayuda a coger ese feeling. Al final, es baloncesto.
¿Es difícil sobrevivir a la selva de la NBA? Ricky desvelaba un episodio que reflejaba cómo van a por un jugador si enseña debilidades. El año que viene van Hugo y Ndiaye...
La NBA es dura. Como todo en la vida, en cualquier ámbito, cuando llegas a la élite lo más difícil es mantenerse porque requiere de un sacrificio a nivel físico y mental; y sobre todo una constancia que es complicada. Y los europeos, que estamos más lejos de casa, podemos sentir el apoyo más lejos que un americano. Pero, como digo, el baloncesto es mi vida y tengo la suerte de tener un núcleo muy bueno; y con mis momentos mejores y peores, siempre tengo a la gente que me rodea para eso. Y si yo puedo ser un apoyo para los jugadores que van, me encantaría ser ese soporte como otros jugadores que me hicieron sentir como en casa. O, al menos, saber que no estaba solo.
O sea, que ha tenido también sus momentos debilidad como cualquier ser humano.
Sí, sí. Al final, para los deportistas no es fácil tener que dar la cara todos los días. Estamos constantemente jugando partidos de altísimo nivel con una cámara que te enfoca la cara todo el rato; y hay días que no te apetece, o tienes un problema personal y aun así hay que ir a entrenar o lo que sea. Es la parte que menos se ve del deportista y ahora, por suerte o por desgracia, hay jugadores que lo están mostrando. Los que no hemos hablado de ello podemos vernos reflejados. Y eso es importante para entender, sobre todo con las redes sociales, en las que recibimos muchos mensajes muy feos a diario, que detrás del deportista hay un humano.
Los jugadores grandes se quieren hacer cada vez más grandes. Amplían su equipo de trabajo, se perfeccionan. ¿Con qué está usted ahora?
Es una buena pregunta… Al final, en ser efectivo. No creo que deba centrarme en muchísimas cosas. Para mí, una clave sigue siendo la lateralidad de mi defensa. Y creo que desde mi primer año en la NBA a ahora he mejorado muchísimo y me queda mucho aún por mejorar. También, las lecturas de juego, que creo que es una virtud mía. Los tiros de tres, que es un arma que hoy en día es vital para los jugadores abrir el campo. Son cosas en las que me llevo centrando toda mi carrera y son las tres cosas esenciales de mi juego. Siempre insisto en lo mismo pero es verdad Aunque haya mejorado, todavía tengo que hacerlo más. Ahí está la pócima secreta para mí.
“Lateralidad defensiva, triple y lectura del juego; esa es la pócima secreta para mí”
Aldama
Acaba de renovar su contrato con Memphis. Más de 50 millones de dólares en tres años. ¿Le parece bien que se sepa lo que cobran, lo ve justo? Y, por otra parte, ¿cómo aprende uno a gestionar esas cantidades que sinceramente asustan?
Al final, parece que juega en tu contra. Todo el mundo sabe exactamente la cifra, todo habla de eso. Parece que todo el mundo puede preguntar de eso, pero tú no preguntas. No creo que es algo de lo que se deba hablar. De toda la vida, al menos en España, es algo que es privado. Pero entiendo que es parte del negocio. Yo me lo tomo con humildad. Trabajo todo el día para ganarme la vida y te rodeas de gente que te ayuda. Y creo que con el tiempo he sabido de qué personas debo rodearme para que gestionen esos asuntos.
“Que todo el mundo sepa el dinero que ganas juega en tu contra; todos hablan de lo mismo”
Aldama
Hablando de gestionar futuro y aunque quede lejísimos, ¿qué se ve haciendo luego fuera del baloncesto?
Aún no he terminado la carrera y es algo que quiero cerrar, pero como un objetivo más personal. Y luego, pues no lo sé. Siempre he tenido claro que quería hacer algo relacionado con el baloncesto. No sé si gestionar un equipo, algo de front office; o simplemente entrenar a niños. No lo sé exactamente, pero sí quiero que esté conectado al baloncesto. Por ejemplo, tengo el campus que hacemos todos los veranos en Gran Canaria; y estamos buscando maneras para que podamos seguir fomentando el baloncesto en las islas. Eso me hace ilusión. De aquí a la retirada, no sé exactamente cómo será, pero sí es cierto que pienso. Porque siempre nos dicen en la NBA que hay que pensar en el futuro. Y aunque no es algo que me gusteal estar lejano sí es algo que debo observar. Teniendo la situación que tengo, me gustaría devolver algo de lo que el baloncesto me ha dado.
¿Qué tiene Memphis con los españoles, son casualidades de la vida? Pau, Marc Navarro, Santi Aldama…
Estoy feliz allí. La verdad que me gusta la ciudad. Es de las menos grandes de la NBA e igual algo menos llamativa de lo habitual, pero me encanta estoy bien ahí. No sé qué tiene para que Pau estuviese cinco o seis años allí, Marc estuviese diez años. Y también pasó Navarro, pero parece que Memphis tiene algo por los jugadores españoles, y los jugadores españoles algo por Memphis. La gente es muy cercana y me recuerda esa conexión. Cuando voy por el supermercado, me paran y me dicen ese tipo de cosas. Lo crea usted o no, que hayan pasado por allí estas leyendas me ha hecho el camino más fácil.
¿Cuánto pesa vivir en una ciudad tan marcada por el asesinato de Martin Luther King en el motel Lorraine?
Mucho. Le recomiendo a la gente que vaya. Es una parte muy marcada de la ciudad. Está el Museo de los Derechos Civiles, al que vamos una vez al año. Siempre hacemos cosas con el museo porque es importante para la gente de la ciudad. La historia es increíble, y sí que percibes el legado que dejó. Y en el día de Martin Luther King, siempre jugamos y pesa en el ambiente. Este año no podremos jugar porque estaremos en Europa pero sí es algo que la ciudad vive mucho.
Usted lo decía antes. Se han ido referentes que han mandado muchísimo en ese vestuario. Hay nuevos capitanes, nuevos liderazgos. ¿Está siendo extraño?
El tono es diferente, porque Rudy y Sergi eran dos jugadores con mucha personalidad, gente con mucha experiencia. Gente de la que, cuando habla, todos quieren saber qué dicen. Ahora es diferente. Tenemos a los Hernangómez, que son jóvenes pero han vivido mucho de los que les ha dejado esa generación. Y tienen herramientas para seguir esa transición para saber qué es representar a España, a la Familia. Tenemos muchos jugadores que están debutando por primera vez en una gran competición, algunos muy jóvenes como Larry (De Larrea) y Mario (Saint-Supéry). Hay una dinámica un poco diferente, pero sin perder el foco del equipo y nuestros valores.
Hablaba antes de Canarias y del sentimiento de pertenencia. ¿Qué echa de menos de allí?
Todo lo que hago, sea música, con Quevedo; futbol con Moleiro y Pedri, el equipo de fútbol de Las Palmas, tiene que ver con la isla. Al final, todos los canarios nos sentimos muy identificados y, cuando me levanto un sábado o un domingo, siempre miro qué ha hecho el equipo. Y también me siento así desde el otro punto de vista. Hay mucho canario que me escribe, me viene a visitar, a ver partidos a Memphis. Y eso me halaga. Y lo que más echo de menos es la gente, el ambiente, el ritmo de vida. Lo hablaba con un buen amigo el otro día. Cuando volví a la isla por primera vez este año..., poder conducir con la ventana abajo porque no hace mucho calor… El clima perfecto, el ritmo de vida y el ambiente perfectos. Es algo que no se puede igualar, estés donde estés.
¿Con qué se marcharía contento del Eurobasket?
Sólo con un oro…. Tal cual.
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