Baloncesto

Accidente de la reina de los descansos

Red Panda se cayó desde su monociclo, a más de dos metros de altura, y sufre una complicada lesión de muñeca. Es reconocida como la mejor en su trabajo.

Accidente de la reina de los descansos
Juanma Rubio
Nació en Haro (La Rioja) en 1978. Se licenció en periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca. En 2006 llegó a AS a través de iccwin247.com. Por entonces el baloncesto, sobre todo la NBA, ya era su gran pasión y pasó a trabajar en esta área en 2014. Poco después se convirtió en jefe de sección y en 2023 pasó a ser redactor jefe.
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Dentro de toda la parafernalia y el show que rodea a los partidos de la NBA (equipos de animación y de baile, mascotas, speakers), un universo paralelo al juego que da trabajo a mucha gente y que forma parte de la identidad de la liga, destacan especialmente algunos de los artistas que se encargan de los espectáculos del descanso. Un clásico para el entretenimiento familiar, entre visitas a los stands de comida y bebida, que ha generado verdaderas figuras de culto. Cualquier aficionado con cierto recorrido, también los que ven los partidos desde sus casas a través del League Pass (sin las desconexiones publicitarias de las retransmisiones de la televisión convencional), conoce a Christian y Scooby, un artista de circo que realiza malabarismos con ayuda de su chihuahua, o a Amazing Sladek, que apila sillas y sube por ellas entre escorzos hasta una altura de más de doce metros.

Pero a quien sí que conoce todo el mundo, seguro, es a Red Panda. En la NBA, la WNBA y el baloncesto universitario (NCAA). Una acróbata china afincada desde hace décadas en San Francisco (tiene ahora 55 años) que realiza el show más emblemático, y también el más cotizado, de los descansos en el baloncesto estadounidense: subida en un monociclo cuyo sillín está a más de dos metros del suelo, lanza con sus pies hasta 16 boles que coloca perfectamente en su cabeza para el delirio de unos aficionados que ya la reconocen como lo que es, un clásico de la NBA para el que algunos periodistas han pedido el ingreso en el Hall of Fame.

Red Panda (su nombre real es Rong Nyu) actuó en el quinto partido de las últimas Finales de la NBA. Y estaba actuando en el descanso de la final de la Copa de la Comisionada de la WNBA (las Fever, sin la lesionada Caitlin Clark, ganaron a las Lynx) cuando sufrió una aparatosa caída que le obligó a salir de la pista en silla de ruedas y a ser trasladada a un hospital de Mineápolis. Desde su entorno se envío después una actualización de su estado: “En el inicio de la actuación se cayó por culpa del pedal izquierdo, que había sufrido daños en el viaje. Tiene una lesión importante en la muñeca izquierda, donde ya había sufrido un percance similar en el pasado. Estuvo once horas en el hospital, donde fue intervenida y donde estuvo siempre acompañada por personal de las Lynx. Ahora se traslada a su domicilio, donde, por recomendación de los médicos de Mineápolis, tendrá que visitar a un cirujano ortopédico para una segunda intervención”.

La anterior caída de Red Panda, porque no había vuelto a tener ningún susto desde entonces, generó muchísima atención porque sucedió en las Finales de 2018, uno de aquellos cruces ultra mediáticos entre Warriors y Cavaliers. Niu actuó por primera vez en un partido de la NBA el 27 de noviembre de 1993, y ya en esa temporada 1993-94 fue contratada para más de 40 descansos. Su show dura unos cinco minutos y medio y estadísticamente lo completa sin un solo fallo, sin que se se caída ni un solo bol, casi el 80% de las veces. Por consenso, es la mejor de la historia en este tramo sin partido, y el público la reconoce y jalea como tal desde hace años.

Su salario está ahora entre 2.500 y 3.000 dólares por actuación. En sus mejores momentos su caché llegó a los 5.000, y las franquicias o universidades se encargan de sus gastos de viaje y alojamiento. Está por encima de la media de estos artistas de los descansos, que muchas veces rondan los 1.500 dólares. Su nombre, Red Panda, fue la solución a la búsqueda de algo que el público estadounidense pudiera retener con facilidad: el color de China y un animal simbólico de este país.

A los siete años empezó a aprender el oficio con su padre y a los 14 ya recorría el mundo con él en giras de la Shanghai Acrobatic Troupe. Cuando su progenitor murió en 2014, sufrió una grave depresión y estuvo a punto de retirarse, pero regresó a los pabellones en 2015. Ahora, este accidente y la lesión en la muñeca sirven para recordar, como ha dicho el periodista Pablo Torre (uno de los que hace campaña para que entre en el Hall of Fame), que su trabajo es realmente peligroso y que está mal pagado. Después de la victoria de las Fever y en plena celebración por esa Copa de la Comisionada, a Caitlin no le olvidó un recuerdo para ella: “Todas te queremos, Red Panda”.

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