Anthony Davis alza la voz

Que levante la mano el que no haya visto esta película antes: LeBron James y Anthony Davis quieren refuerzos porque creen que todavía existe la posibilidad de que ganen otro título, juntos, con la camiseta de unos Lakers que, desde sus despachos, extreman la cautela. Tienen poco con lo que negociar ahora o construir después, y el temor (parecido a lo que pasa en los Warriors, con las particularidades de cada uno) es que entreguen ahora armas valiosas (rondas de draft, básicamente) que ni conviertan al equipo en definitivamente aspirante ni estén luego a tiro cuando las necesiten para construir el futuro sin la pareja LeBron (40 años, player option al final de la temporada)-Anthony Davis (cumplirá 32 en marzo, extensión firmada hasta 2028). Los Lakers tienen a mano, al margen de algunas segundas, las primeras rondas de 2029 y 2031, y la de 2030 si no la combinan con ninguna de las otras dos. Y pueden proponer intercambios (swaps) con las de 2026, 2028, 2029, 2030 y 2031.

Las aguas se agitan porque el curso ha superado su ecuador, avanza hacia el parón del All Star de hecho, y el cierre de mercado está a la vuelta de la esquina: 6 de febrero. Los Lakers están bien, mejor que la temporada pasada (ahora 24-18, entonces 21-21) y son quintos del Oeste. Un buen equipo que difícilmente se convertirá en un aspirante con galones solo a base de pequeños retoques como el de hace unos días: Dorian Finney-Smith llegó (junto a Shake Milton) a cambio de D’Angelo Russell, Maxwell Lewis y tres segundas rondas.

Así que, ¿qué hacer? Esa es la cuestión. Por su parte, LeBron y Davis están en lo que toca, por su parte, en estas fechas: mover el avispero, dejar claro que no quieren que la temporada se quede en un bien y ya está, apretar para que los Lakers hagan algo e intentar tener la mejor oportunidad posible en los playoffs. Hace unos días, Shams Charania (ESPN) contó que las dos estrellas veían con preocupación la situación, con el deadline cada vez más cerca: “James y Davis están cada vez más preocupados y con menos fe en la capacidad de los Lakers de mejorar la rotación con las primeras rondas que tienen para traspasar. Los dos han dejado claro que quieren competir por ser campeones otra vez, y que siguen pensando que con dos piezas más bien elegidas, podrían conseguirlo”.

Después de la derrota, incontestable, contra los Clippers, LeBron dijo que “no tenían margen de error” y que tenían que estar siempre a un nivel perfecto para ganar partidos de primer nivel “con el equipo tal y como está construido ahora”. El siguiente capítulo ha sido una entrevista de Davis con el propio Charania. El mensaje, el mismo con el añadido de que, una vez más, el interior ha dejado claro que querría tener al lado un pívot de nivel y poder así jugar más minutos como ala-pívot: “Necesitamos otro hombre grande. Para mí siempre ha sido lo mejor, tener un pívot al lado y poder jugar de cuatro".

Davis se refirió también a los Lakers campeones de 2020 como una versión perfecta de lo que necesitan él y LeBron a su lado: un equipo muy físico, con mucho tamaño y buenos defensores capaces de abrir la pista. Y pívots puros: entonces JaVale McGee y Dwigth Howard. Davis podía así jugar mucho como ala-pívot y puntualmente, cuando el partido lo requería, como ancla interior: “Sabemos que eso funcionó, y en ese equipo yo jugaba de cuatro. Y ahora creemos que no estamos lejos, como equipo. LeBron y yo tenemos la máxima motivación para intentar ganar otra vez el título. Queremos ganar por la ciudad, porque en 2020 no pudimos hacer desfile por las calles por la pandemia. Y para que dejen de hablar del asterisco de la burbuja. Faltan una o dos piezas, lo creo de verdad”.

La lista más o menos realista es, en todo caso, la que es: buenas opciones que parecen demasiado cariccwin247.como Walker Kessler o Jakob Poeltl, jugadores ya muy venidos a menos como Kelly Olynyk y Clint Capela, veteranos que no son precisamente especialistas defensivos como Jonas Valanciunas y Nikola Vucevic y otras baziccwin247.como Robert Williams, que sí podría encajar muy bien pero que llegaría con el riesgo de sus recurrentes problemas con las lesiones.

Después de ganar con contundencia a los Celtics, una victoria siempre especial en el entorno de los Lakers, Davis insistió en la versión que le había dado a Charania: “Siempre queremos pensar que podemos ser campeones. Que es algo que está a tiro. Creo que en nuestros despachos están trabajando, desde luego. Rob Pelinka está intentando siempre que el equipo sea el mejor posible. Nosotros solo podemos salir a la pista y jugar. Y que pase lo que sea, tenemos que competir con los jugadores que estén en el vestuario. No sé qué pasará, sé que los teléfonos están funcionando, pero solo podemos competir con lo que tenemos, intentar ganar partidos de baloncesto”.

E insistió en por dónde tendría que ir la política de refuerzos: “En defensa si tenemos otro tío grande, y lo hemos visto con Jaxson Hayes, podemos ser más disruptivos. En ataque me permite moverme más. Hasta 2021 no había jugado básicamente como pívot puro, solo en tramos de partidos. Era un ala-pívot. Así que casi toda mi carrera he sido ala-pívot. Y creo que se puede ver cómo funcionaba, creo que soy más efectivo así. Jugar como pívot puro tiene ventajas y desventajas. Pero en los despachos ya lo saben, se lo he dicho todos los años desde que llegué. No es nada nuevo. Personalmente, creo que soy mejor jugador si paso más tiempo como alapívot”.

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