Escándalo en la NBA: Malik Beasley, inmerso en el turbio negocio de las apuestas

El turbio negocio de las apuestas deportivas vuelve a golpear, y muy duramente, a la NBA. Según ha anunciado el periodista Shams Charania (ESPN), Malik Beasley podría estar relacionado con un escándalo de este tipo. “La Fiscalía de Distrito de EE. UU. investiga al base de los Pistons de Detroit, Malik Beasley, por acusaciones de apuestas relacionadas con partidos y apuestas de apoyo. Un grave acontecimiento en torno a uno de los mejores agentes libres de la NBA”. Las palabras del reportero han sido un tremendo jarro de agua fría para la competición norteamericana, que vuelve a verse afectada por uno de los temas más traumáticos y desoladores del mundo del deporte en general y de la mejor liga del mundo en particular.

Mike Bass, portavoz de la NBA y mano derecha del comisionado Adam Silver, ya ha anunciado que la competición norteamericana colaborará en todo lo que haga falta con la justicia para esclarecer el caso. No es la primera vez que este tema afecta al deporte: en 2024 ya se sancionó de por vida a Jontay Porter, exjugador de Grizzlies o Raptors, por estar relacionado con esta lacra. El 17 de abril se le prohibió de por vida seguir jugando en la NBA y sus ligas asociadas, siendo el primer jugador en activo que se le suspende por este motivo desde Jack Molinas en 1954, y el primer jugador en activo en ser suspendido sin opción a regresar desde Richard Dumas en 1995.

No fue el único jugador relacionado con este tema: Terry Rozier, actual jugador de los Heat, ya fue investigado por lo mismo. Y J.B. Bickerstaff denunció cuando entrenador de Cleveland Cavaliers (ahora lo es de Detroit Pistons), que había llamadas de apostadores: “Se ha cruzado una línea”. Un tema que ha ido demasiado lejos y que se ha ido acrecentando por el peso cada vez más grandes que las apuestas tienen sobre el deporte, incluida una NBA que no se libra de este desastre y que desde el principio ha pretendido tomar medidas firmas para que no afecten a una competición que se jacta (a veces con razón, otras con no tanta) de ser la bandera del progresismo y de las generaciones más jóvenes.

Malik Beasley es un escolta de 193 centímetros de altura que a finales de noviembre cumplirá 29 años. Ha pasado por Nuggets, Timberwolves, Jazz y Lakers durante su carrera deportiva y en la última temporada defendió la camiseta de unos Pistons que renacieron de sus cenizas para volver a alcanzar los playoffs, recuperando en cierta manera la gloria perdida de lo que en su día fueron los Bad Boys. Beasley es un gran tirador que se fue a más de 16 puntos por partido. Promedia, además, más de un 39% en triples durante su trayectoria, que se extiende por nueve temporadas en la mejor liga del mundo. Y era uno de los agentes libres más atractivos del mercado... hasta ahora. Cuando se ha visto involucrado en un escándalo relacionado con las apuestas que ya veremos cómo acaba, que escribe un nuevo capítulo más en un desastre absoluto para el mundo del deporte y que puede acabar con su carrera. Ya ha pasado antes. Y, por desgracia, puede volver a ocurrir.

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