Hugo González, oportunidad de oro
El alero del Real Madrid dará el salto a un equipo que afronta un momento de transición en el que se puede hacer hueco. Su gran incógnita, el tiro exterior.


Hugo González (Madrid, 5 de febrero de 2006) es una de las grandes joyas de la nueva generación del baloncesto español. En febrero debutó con la absoluta y antes ganó una plata mundial Sub-17 (en Málaga 2022, contra una EE UU en al que estaba Cooper Flagg) y una plata Sub-18 europea (en 2023). En esta temporada ya ha sido uno más, a todos los efectos, en la primera plantilla del Real Madrid. Y el salto, en un curso que comenzó con 18 años (ahora tiene 19) se nota: en Euroliga poco más de siete minutos y medio por partido con 1,9 puntos, 1,3 rebotes y 1,2 de valoración con un 33,3% en triples. En Liga Endesa, más de 13 minutos con 4,5 puntos, 2,2 rebotes, 4,2 de valoración y un 25% en triples.
Un alero de casi 2 metros, fuerte y con potencia física, con un gran instinto, lectura del juego y capacidad de reacción, Hugo ha tenido rachas de microondas en sus mejores momentos, por ahora pinceladas, con el Madrid: minutos calientes con defensa intensa, juego agresivo, atrevimiento, movimiento sin balón, mucha capacidad en transición… y un tiro exterior racheado. Ahora mismo, el gran asunto sobre el que gira su futuro NBA. En Europa, si ese hubiera sido su camino, habría tenido techo de estrella. ¿En la NBA? Tiene que pensar primero en ser un buen jugador de rotación: útil. Y eso, y más tal y como se juega ahora mismo en EE UU, depende en gran medida de su evolución como tirador. Las facultades físicas las tiene: en el combine, las pruebas oficiales previas al draft, los datos oficiales del español fueron 1,98 de altura (descalzo), 2,09 de envergadura, 2,57 de standing reach (el punto más alto que alcanza con la mano estirada sin separar los pies del suelo) y 101 kilos de peso. Y unas manos enormes: un poquito más de 26 centímetros (26,035) desde la base de la palma a la punta del dedo corazón. El dato más alto de este draft y el segundo de los últimos quince años solo por detrás de (26,67 centímetros) Tacko Fall, el pívot senegalés de 2,29 que no fue drafteado en 2019. Solo ellos dos y Xavier Tillman, que jugó la pasada temporada precisamente en los Celtics, han pasado en ese tramo de 10 pulgadas (25,4 centímetros). Kawhi Leonard, famoso por el tamaño de su mano, se queda en 24,7 aunque con 28,5 de ancho por el 22,8 de Hugo.
Esto es lo que dicen algunos de los principales analistas estadounidenses después de que haya sido seleccionado por Boston Celtics con el pick 28 (el antepenúltimo de primera ronda) en el draft 2025:
Sam Vecenie (The Athletic): “Quiero que me encante González. Me gusta mucho la actitud, la agresividad con la que sale a jugar. En defensa tiene una capacidad de reacción muy rápida, y creo que en ese lado de la pista puede ser útil en el nivel NBA. Pero, al final, todo va a depender de su tiro. ¿Puede convertirse en un buen tirador en la NBA? Ese es el asunto sobre el que gira todo con él. Dada su ética de trabajo y su buena disposición a ser entrenado y aconsejado, hay que confiar en que sí. Pero tampoco hay muchos elementos para juzgar. Me gusta mucho como elección de la parte final de primera ronda, porque si el tiro acaba estando ahí, será un alero muy útil en una rotación. Pero no sé si se podrá confiar en que meta triples con mucho volumen de tiros, y en sus penetraciones va algo demasiado rápido, así que me preocupa que no pueda ser un jugador de nivel en ataque”.
John Hollinger (The Athletic): “En teoría es un jugador que podría haber seguido formándose en Europa, pero una fuente de los Celtics me ha confirmado que quieren que vaya ya. Solo sumará 2,3 millones en el payroll salarial de los Celtics, el equivalente a un contrato mínimo de veterano. Así que su llegada no va a tener ningún impacto en el plan actual de recorte en gasto salarial de la franquicia. Todavía no es lo suficientemente bueno en ataque, pero es un defensor duro y tiene un gran físico para jugar de alero. Si puede ser un buen tirador y convertirse en un jugador que aporta en ataque, tendrá opciones de ayudar a los Celtics más allá de este año de transición en la franquicia”.
Adam Finkelstein y Kyle Boone (CBS): “Tiene una gran reputación dentro de un ecosistema como el del Real Madrid. Es un alero grande con un buen tamaño, mucho motor y potencial defensivo, sobre todo como defensor sobre la bola. Eso es lo más intrigante porque su mejor nivel en ataque llega en el juego en transición. El tiro es el factor que decidirá todo. La pasada temporada se quedó en un 29% en triples. Los Celtics tiran muchos triples, así que si quiere hacerse un hueco allí tendrá que mejorar mucho en eso”.
Jeremy Woo (ESPN): “Tiene las armas para ser un buen jugador de rotación, con motor y una buena combinación de tamaño y explosividad que puede convertirle una buena opción para jugar desde el banquillo. Los Celtics están en un año de transición tras la lesión de Jayson Tatum y los traspasos de Kristaps Porzingis y Jrue Holiday, así que puede que den más margen a los jugadores en proceso de crecimiento. González debería ser capaz de pelear por tener minutos en esa situación”.
El triple como llave para crecer
Así que parece que hay un consenso en cuanto a que Hugo puede ser un buen alero NBA, con minutos de rotación y potencial como (en el primer tramo de su carrera) defensor y jugador complementario de energía. El jefe de scouting internacional de los Celtics, Benas Matkevicius, se mostró muy satisfecho en el Boston Globe con la llegada de Hugo: “Hemos tenido suerte. Es un competidor tremendo, a nuestros aficionados les ve a encantar por su energía, que es al estilo de la de Marcus Smart”. Smart jugó en los Celtics entre 2014 y 2023 y era un jugador adorado en el Garden por su pelea y su capacidad de sacrificio, si bien fue traspasado justo antes del asalto definitivo al anillo ganado en 2024. Fue el decimoctavo, para desempatar con los Lakers que habían ganado el decimoséptimo en 2020, para la franquicia que tiene más que nadie. un equipo que es historia del deporte estadounidense y que lleva en la NBA y en Boston desde 1946. La única junto a los Knicks que ha participado en todas las temporadas de la NBA sin un solo traslado, siempre en la misma ciudad. El equipo, claro, de Larry Bird, Bill Russell, John Havlicek, Kevin McHale, Sam Jones, Tom Heinsohn...
Así que las perspectivas para Hugo son muy buenas. Pero su techo cambiará totalmente, a partir de ahí, si mejora su tiro de tres y es capaz de subir sus porcentajes en un volumen alto de lanzamientos. Y más en Boston Celtics, un equipo que basa su estilo en quintetos totalmente abiertos y un bombardeo incesante desde la línea de tres. Así ganó el título en 2024 y la pasada temporada batió récords con 48,2 triples por partido, casi seis más que el siguiente (42,4, los Warriors). Y con casi un 37% de acierto, en el top 10 de la liga pese a esa enorme cantidad de tiros. Esa producción, y la tensión constante que genera en la defensa rival, es esencial en el estilo de Joe Mazzulla. Con él, todos defienden y todos tiran de tres. Hugo podrá hacer lo primero, especialmente (sobre todo al principio) con emparejamientos de aleros más pequeños. Lo segundo es una cuestión por resolver. Una crucial.
Brad Stevens, exentrenador y ahora mandamás en el despacho de los Celtics, confirmó que cuentan ya con Hugo, que en los planes de la franquicia de Massachussets no está dejarlo más tiempo en Europa. Su primer contrato en la NBA, con los Celtics, ya está establecido por duración y cantidades por la escala rookie (rookie scale), la tabla que marca, en sentido descendente, cuánto percibe cada jugador seleccionado en primera ronda (picks 1-30). Esa escala rookie depende, como todas las cuentas salariales en la NBA, del salary cap, el total del que dispone cada franquicia para gastar en salarios en la temporada. Para la próxima, 2025-26, será 154,6 millones de dólares, un salto del 10% con respecto al curso que acaba de terminar con título para Oklahoma City Thunder (140,6). Los contratos de jugadores de primera ronda son por cuatro años, pero solo los dos primeros están totalmente garantizados. El tercer y el cuarto los tienen que ir ejecutando los equipos con sus opciones de renovación unilaterales (team options). Cuando finaliza el tercero, se puede negociar ya la primera extensión, que en todo caso entra en vigor cuando pase una cuarta temporada que se tiene que jugar con las condiciones del contrato rookie.
Projected first round rookie scale
— Bobby Marks (@BobbyMarks42)
First 2 years are guaranteed | Years 3+4 = Team Option
A first traded does not count for salary purposes in a trade.
Pero, por ahora, Hugo González tiene que ceñirse a la escala rookie, que marca las cantidades de ese primer contrato, que después los jugadores pueden firmar en un rango, según esa cifra, que va del 80% al 120%. En el caso del pick 28, son cuatro años y 14,2 millones de dólares. Distribuidos así: 2,78 millones en la primera temporada (2025-26, garantizada), 2,92 en la segunda (2026-27, garantizada), algo más de tres en la tercera (2027-28, team option) y 5,5 en la cuarta (2028-29, team option).
Unos Celtics en trance de cambios
En cuanto a la situación deportiva, es complicada, básicamente un momento de transición en una franquicia, además, que acaba de ser vendida a un nuevo propietario, Bill Chisholm, por una cantidad (unos 6.100 millones de dólares) que rompió en marzo unos récords del deporte estadounidense… que acaban de pulverizar los Lakers con una operación de venta que ha valorado la franquicia angelina en más de 10.000 millones.
Esa situación de transición puede beneficiar a Hugo en su objetivo de tener minutos y ganar experiencia y presencia en unos Celtics que llevan años en el primer plano de aspirantes al título (seis finales de Conferencia y dos de la NBA entre 2017 y 2024) pero que pincharon en su defensa del anillo de 2024, el decimoctavo de la histórica franquicia verde (desempató otra vez con los Lakers, que ganaron el decimoséptimo en 2020): derrota en segunda ronda contra los Knicks y, lo peor de todo, gravísima lesión (rotura del tendón de Aquiles) de Jayson Tatum, el gran referente del equipo y baja segura para, como mínimo, casi toda la próxima temporada.
Los Celtics, además, se asomaban a una situación insostenible desde el punto de vista financiero. El equipo esta pasada temporada costó, entre salarios y multas por superar el impuesto de lujo, 245,6 millones, la tercera cifra más alta de la NBA después de Suns y Timberwolves. Para el próximo curso, el riesgo era dar el salto a los 500 millones, algo nunca visto en la NBA. Eso suponía una cifra insostenible para los propietarios, los que tienen que rascarse el bolsillo. Pero ahora, desde que entró en vigor el nuevo convenio, también para los ejecutivos que tienen que construir y gestionar el equipo. La NBA ha implementado un nuevo sistema de topes, los aprons, que castiga con medidas deportivas, no solo económicas, a los que gastan demasiado. Castigos muy duros que hacen que casi todos los equipos traten de pasar el menor tiempo posible en el último nivel, el segundo apron. Además, a partir de la próxima temporada se introducen unas multas más duras para los repetidores, los que enlazan temporadas por encima del límite del impuesto de lujo.
Así que los Celtics ya tenían que tomar medidas difíciles en lo deportivo, poco más de un año después de su primer título en dieciséis años. La lesión de Tatum ha hecho más propicio todavía el momento para ajustar las finanzas, resetear las cuentas con los aprons y ganar flexibilidad. Han salido en dos traspasos Jrue Holiday y Kristaps Porzingis. Dos operaciones con las que los Celtics han ahorrado algo más de 27 millones de forma directa en salarios… y más de 180 en multas por impuesto de lujo. En total, más de 200 millones de ahorro y, ahora mismo, unos números salariales fuera del temido segundo apron antes de unos días, cuando abra el mercado, en los que habrá sin duda más movimientos.
El salario de la primera temporada de Hugo González equivale, más o menos, a un contrato mínimo de veterano. Así que su situación financiera no será ningún estorbo: al contrario, los Celtics (todos los equipos de la NBA) buscan jugadores en contratos pequeños, como estos acuerdos rookie, que puedan formar parte de la rotación y aligerar así unas cuentas más flexibles a la hora de trata con los salarios de las estrellas y los titulares de primer rango. Eso, y esa cierta sensación de momento de entreguerras, pueden ser factores a favor de Hugo González en su aterrizaje en una franquicia histórica y sometida, casi siempre, a mucha presión por ganar.
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