La firma de Santi Aldama, a punto
El ala-pívot canario acordó su continuidad en los Grizzlies el 1 de julio pero lleva dos semanas sin firmar su contrato porque la franquicia tenía que ajustar sus cuentas.


La primera noche de mercado NBA, la del 1 de julio, se resolvió el futuro de Santi Aldama. El ala-pívot canario (24 años) llegó al cambio de temporada (el 30 de junio es el último día oficial del curso que termina) como agente libre restringido después de no haber llegado a ningún acuerdo de extensión con los Grizzlies antes del inicio de la temporada ni entre el cierre de las Finales y el 1 de julio, otra ventana que permite ahora el convenio para que los equipos negocien con sus propios agentes libres antes de que (legalmente) puedan hacerlo otros.
Aldama se aseguró 52,5 millones de dólares por tres temporadas. Un gran salto salarial si se tiene en cuanto que su contrato rookie fue por un total de 10,2 millones por cuatro años. Ahora se llevará en los próximos tres cursos 16,1, 17,5 y 18,9 millones. Ya no tiene que pensar en cuantas salariales hasta el verano de 2028. Pero lo curioso es que todavía, a 14 de julio, no ha firmado su nuevo contrato. Han pasado dos semanas, incluido el tramo de moratoria oficial de la liga, y Aldama sigue con su acuerdo verbal pero no ratificado con los Grizzlies.
La cuestión, en todo caso, es puramente burocrática. La franquicia de Tennessee acaba de cerrar la operación tras la que se podrá concretar el acuerdo con Aldama de manera oficial: Cole Anthony acordó el sábado un buyout que permitirá a los Grizzlies liberar su contrato: 13,1 millones esta temporada, lo mismo la próxima pero con team option (opción unilateral del equipo). Los Grizzlies tardaron en llegar a este acuerdo porque se pasaron días intentando colocar a Anthony en un traspaso que no les dejara sueldos de vuelta, pero no fue posible. Así que finalmente el escolta ha perdonado algo más de dos millones (el equivalente al mínimo de veterano que ahora firmará con Milwaukee Bucks) y los Grizzlies le pagarán el resto prorrateado en tres años.
Anthony llegó junto a Kentavious Caldwell-Pope y cuatro primeras rondas de draft (el gran botín) en la operación que envió a Desmond Bane a los Magic. Los Grizzlies necesitaban unos 30 millones en espacio salarial libre para renovar, su gran prioridad a Jaren Jackson Jr. Para ello, en febrero traspasaron a Washington Wizards a Marcus Smart (que cobraba 20 millones) y este verano renunciaron a sus derechos sobre Marvin Bagley y Luke Kennard. Mantuvieron los de Aldama, pero necesitaban que el español, y el recién fichado Ty Jerome, no firmara hasta que se hiciera la operación Jackson Jr, posible ahora con el dinero libre ya amasado y el buyout de Anthony.
Jaren Jackson Jr se quedó fuera de los quintetos All NBA y eso le dejó sin acceso a una extensión de contrato de cinco años y 345 millones de dólares. Le quedaban para el próximo curso 23,4 por cobrar, y lo máximo a lo que podían llegar los Grizzlies, sin esa condición de súper máximo, era a cuatro años extra y 146,8 millones. Un chollo comparado con los 345… pero una cantidad que JJJ seguramente rechazaría para convertirse en agente libre en el verano de 2026. Así que los Grizzlies empezaron en febrero, con la salida de Smart, a preparar el terreno para renegociar, con espacio salarial disponible, el año pendiente (2025-26) de JJJ y firmar la extensión a partir de ahí. Con una cantidad mayor en esa próxima temporada (de 23,4 a unos 33 millones) se puede saltar también mucho en los siguientes años porque las subidas interanuales dependen de esa cantidad inicial. De esta forma, Grizzlies y Jackson Jr, el referente del equipo junto a Ja Morant y ya ya sin el traspasado Bane, acordaron una nueva extensión, con renegociación, por cinco años totales y 240 millones. Y asunto solucionado.
El problema es que para preservar el espacio salarial los Grizzlies no podían firmar a Aldama ni Jerome antes que a JJJ. Y no podían sellar el acuerdo con este hasta que no saliera Anthony. Mientras se gestionaba cómo hacerlo, todos esperaban. Ha llegado el buyout así que ahora llegará la oficialidad de la nueva extensión de Jackson Jr y después, con los derechos que los Grizzlies tienen sobre él y que les permiten renovarle tras gastar su espacio salarial, la firma del nuevo contrato de Aldama, esos 52,5 millones por tres años que le ponen ya en el rango de los jugadores de nivel en la NBA. Un paso muy merecido.
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