La plaga del Aquiles descabeza el Este
Tyrese Haliburton se rompió al igual que Jason Tatum y Damian Lillard en una conferencia sin una jerarquía clara.
La temporada NBA ha terminado coronando a Oklahoma City Thunder como campeón. El equipo dirigido por Mark Daigneault y capitaneado por el MVP Shai Gilgeous-Alexander fue el mejor en temporada regular (68 victorias), aventajando en 16 al segundo clasificado de su conferencia. Y todo ello con la cuarta plantilla con la media de edad más joven de la liga. Todo hace indicar que este equipo debería ser mejor en los próximos años, por lo que en el Oeste hay un candidato claro de cara a la próxima temporada. Quien quiera ganar por ese lado del cuadro sabe que tendrá que vérselas, antes o después, con el campeón.
La certidumbre sobre el pez grande en la pecera del Oeste no se corresponde en absoluto con lo que ocurre al otro lado de la NBA. En el Este no parece haber una cadena de mando clara, un equipo al que no se le pueda toser. Un candidato universal al que poner todo el dinero en una apuesta. Y mucha culpa la tiene el tendón de Aquiles. Una lesión en esta parte del cuerpo es una de las más fatídicas para cualquier deportista y, especialmente, para los jugadores de baloncesto. El tiempo de baja suele prolongarse al menos a los 9 meses, aunque lo normal es estar casi un año fuera de las pistas. Y, después de todo ese tiempo, hay que volver a recuperar la forma, cosa que no siempre se consigue. Es decir, que te condena prácticamente una temporada entera.
Lillard, Tatum y ahora Haliburton
Esas cuentas son las que estarán haciendo en Indianápolis, Boston y Milwaukee, donde tres de las estrellas de la liga han sufrido esta fatídica lesión en apenas dos meses. Tyrese Haliburton ha sido el último, aumentando el nivel de drama al romperse el Aquiles en el séptimo partido de las Finales. Pero antes fueron Jason Tatum y Damian Lillard, ambos durante los playoffs. Ni los Pacers (Haliburton), los Celtics (Tatum) y los Bucks (Lillard) podrán contar con ninguno de ellos durante una larga temporada. Los tres equipos, en mayor o menor medida, están destinados a pelear en la parte alta de la liga. A ser dominadores en el Este. ¿Cómo dejan estas lesiones la conferencia?
Los Celtics seguían pareciendo la mejor plantilla del Este y sin la lesión de Tatum habrían sido probablemente los favoritos. Pero con su estrella fuera de juego y los nuevos propietarios pensándose muy mucho si empezar a pagar los impuestos por entrar en el segundo apron, todo apunta a que va a haber salidas importantes para rebajar los gastos de la plantilla. La idea sería darse un respiro este año y contraatacar a partir del verano de 2026. Esa fórmula sacaría a los Celtics de la ecuación de los favoritos. Por su parte, los Bucks tratan de rebañar lo que quede de la era de Giannis Antetokounmpo con un grupo de jugadores que se ha mostrado insuficiente estos últimos años. Tener en pista juntos a dos jugadores como Anteto y Lillard te daba una opción; sin embargo, si quitas a uno de los dos el reto se vuelve inabarcable, y es lo que ocurrió cuando la franquicia decidió liberar el contrato del base.
Las alternativas
Con tanta baja importante los dos nombres que parecen destinados a luchar por el liderato del Este el año que viene son los Cleveland Cavaliers y los New York Knicks. Los primeros han ganado la conferencia este año con nada menos que 64 victorias. Los segundos han jugado su primera final de conferencia en más de 20 años. Sin embargo, los dos dejan dudiccwin247.como equipos infalibles y sin fisuras. Como líderes incontestables. A los Cavs, después de una temporada regular de matrícula de honor, se le volvieron a atragantar los playoffs. Con evidentes problemas de lesiones en el momento clave, es cierto, pero con la cantinela de la falta de dureza mental persiguiéndoles. Lo cierto es que, de una manera o de otra, en los dos últimos playoffs no han estado a la altura con una plantilla prácticamente idéntica. Y en cuanto a los Knicks, con unos recursos ofensivos casi infinitos pero con unos agujeros atrás imposibles de disimular, la directiva decidió poner fin a la era de Tom Thibodeau en el banquillo. Aún sin entrenador, la incógnita de qué equipo van a ser impide que se pueda apostar por ellos con los ojos cerrados.
Y entre todo este mar de dudas apareció Indiana con una carrera maravillosa en estos playoffs. Ellos podrían haber sido el capo del Este el año que viene, pero la lesión de Haliburton les deja, a priori, sin opciones de completar una temporada regular excepcional que les convierta en el jefe de la conferencia. En el rival a batir. Puede que la alternativa llegue de proyectos en crecimiento (Orlando, Detroit) o que las cosas salgan todas del derecho en Filadelfia y no del revés, como este año. Pero si hubiese que apostar ahora mismo, la conferencia Este no va a echar a andar la temporada 2025-26 con un candidato incuestionable.
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