Smart: “Si te llama alguien como Doncic...”
El base, presentado oficialmente como nuevo jugador de los Lakers: “Creo que no hay techo, tenemos opciones de ganar si todo el mundo hace lo que tiene que hacer”.


Desde luego, se va a hacer raro ver a Marcus Smart (31 años) con la camiseta de los Lakers, pero su llegada a la franquicia angelina ya es oficial después de que las salidas de un contrato de relleno (Shake Milton) y uno con valor deportivo (Jordan Goodwin), los dos no garantizados, permitieran a los angelinos ofrecer su BAE (bi-annual exception, 10,5 millones por dos años) al base, que fue drafteado por los Celtics en 2014 (pick 6: sonó para unos Lakers que tenían el 7 y se quedaron con Julius Randle) y jugó en Boston durante nueve años, hasta que en 2023 fue traspasado a Memphis Grizzlies. Considerado poco antes uno de los pilares (emocionales, desde luego) de los Celtics, acabó saliendo justo en el rearme definitivo hacia el anillo, que llegó en 2024. Ya sin él.
OFFICIAL: He’s a Laker 💜
— Los Angeles Lakers (@Lakers)
Ahora Smart, después de pasar por Grizzlies y Wizards en dos años en los que ha salido del primer plano mediático y ha tenido serios problemas de lesiones, llega a los Lakers, el gran rival de los Celtics cuyo espíritu intentó representar en el vestuario y en la pista, donde fue con los verdes un competidor imperfecto pero furioso. El periodista Tim MacMahon (ESPN) aseguró ayer que ser traspasado por los Celtics le “rompió el corazón como profesional” y que por eso no había estado a su nivel en unos Grizzlies en los que no quería jugar en absoluto. Los Lakers ahora representan todo lo contrario: una oportunidad de redención en un equipo ultra mediático y la posibilidad de regresar al primer plano competitivo junto a dos gigantes como LeBron James y Luka Doncic.
Los angelinos necesitan que funcionen. En principio, y si no aparece un traspaso a la vista (ahora mismo, más probable ya antes del cierre invernal que ahora), esto es lo que hay: después de usar su non-taxpayer midlevel exception para firmar a Deandre Ayton y Jake LaRavia, tienen como techo salarial el primer apron, que no pueden superar en un solo dólar. Tras las salidas de Milton y Goodwin y la firma de Smart, están solo 1,1 millones por debajo de esa barrera, así que ni siquiera pueden firmar otro contrato mínimo sin hacer alguna operación antes. Seguirán los rumores: hay contratos con los que operar (11,5 millones de Vanderbilt, 11,5 de Vincent, 11 de Kleber) y un jugador joven que ofrecer, el tirador Dalton Knetch que ha salido malparado de la Summer League, donde ha jugado a un nivel muy pobre, más para un jugador que afronta su segundo año. Los Lakers, en todo caso, han ido dejando claro que priorizan el espacio salarial para los próximos veranos, que no quieren contratos que interfieran con eso y que no van a usar así como así sus rondas en espera del momento en el que puedan volver a usar tres de forma directa en traspasos y tengan así recursos para hacer ruido de verdad en el mercado.
Así que tienen lo que ya tenían (Doncic, LeBron, Reaves, Hachimura…) y al nuevo trío Ayton-LaRavia-Smart. Además de lo que pueda aportar el crecimiento de Knecht, Bronny James y el recién drafteado Adou Thieron y de ver qué pueden ofrecer a la rotación esos jugadores de clase media en los que en principio hay poca esperanza: Vincent, Kleber, Vanderbilt, incluso Jaxson Hayes (en contrato casi mínimo, otra vez).
Smart se convierte así en una pieza clave, y él aseguró en su presentación que está preparado para serlo. También, que una llamada le dejó claro qué tenía que hacer una vez que llegó a un acuerdo de buyout con los Wizards: “Cuando te llama alguien como Luka Doncic y te pregunta en qué punto estás, cómo te va, y te plantea si quieres unirte a algo especial que están cocinando en su equipo… para mí significó mucho que él me dijera que realmente yo podría ayudarles mucho”.
El Defensor del Año en 2022 será el nuevo perro de presa exterior, el defensor en el point of attack que los angelinos llevan buscando desde la salida de Kentavious Caldwell-Pope. Él tiene claro lo que tiene que hacer: “Ser yo, nada más. Llegar y hacer lo que siempre he hecho. Ser un defensor tenaz, aportar la energía que siempre he aportado; liderazgo, conocimiento del juego… pero, sobre todo, ser la peste que siempre he sido”.
Además, el guard de Flower Mound demostró que ya piensa como jugador de los Lakers: “Ganar aquí es la cima. La razón por la que sales a la pista y compites de la forma en la que lo hacemos es para ganar títulos. Y dónde mejor que aquí, donde el show empieza y acaba. Volver a estar en ese nivel, en un escenario así con un equipo que realmente tiene un rol para mí y con el que sé que puedo tener un impacto importante, es un encaje perfecto. Hay muchas razones para elegir los Lakers, pero la principal es poder jugar con LeBron y Doncic, dos de los mejores y dos de las mentes más inteligentes en pista que he visto en nuestra era de baloncesto”. Tendrá que saltar, claro, al Garden con la camiseta de los Lakers: “Espero muchos abucheos, mucho odio, pero me parece bien, lo entenderé”.
“Creo que estamos a la altura de los mejores equipos del Oeste. Que podemos competir con todos. Nuestro techo es muy alto. De hecho, creo que no tiene límite. Si todos nos centramos y hacemos lo que nos toca a cada uno, tenemos una verdadera oportunidad de ganar. Estoy muy motivado. Los dos últimos años han sido, tal y como yo lo veo, decepcionantes. Las lesiones me han frenado, me han impedido avanzar. Pero siempre le digo a mi mujer, a mi familia, que todo pasa por unan razón. Es curioso que hace doce años pude haber sido drafteado por los Lakers y ahora se cierre ese círculo y esté aquí”, remató un Smart que llega al equipo angelino con galones, un rol perfecto para su perfil como jugador y el beneplácito de un Doncic que se han encargado activamente de reclutarlo. Una excelente señal para el futuro, ahora que se acerca el 2 de agosto, el primer día en el que el esloveno puede firmar su extensión con los Lakers.
Ramona Shelburne (ESPN) cree que las señales invitan al optimismo: “El verano de los Lakers no se podrá juzgar del todo hasta que veamos si Luka firma su extensión. La franquicia va a ir a verle a Eslovenia, va a estar en el Eurobasket… él ha pasado tiempo recientemente con Jeanie Buss. Desde luego, no parece un jugador que esté pensando en que llegue 2026 para irse como agente libre”. Y el citado MacMahon también pone el acento en esa motivación de un Doncic que en el pasado no gastaba mucha energía intentando atraer a jugadores a su equipo (entonces, los Mavericks): “Si es así de agresivo para el uso de la bi-annual exception y partes de la midlevel, ¿qué va a hacer cuando los Lakers tengan espacio para contratos máximos?”.
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