Ayuso encara el final de Giro entre el deber y el querer
Ayuso llega a las cuatro últimas etapas de montaña con tanta ambición como respeto a su compañero y maglia rosa, Del Toro. Su rodilla, en mejor condición.


Dos prodigios, un mexicano de 21 años y un español de 22. Dos compañeros de equipo. Y solo un ganador… Quizás, ninguno de ellos dos acabe alzando el Trofeo Senza Fine al cielo de la Ciudad Eterna, Roma, el próximo 1 de junio, pero lo cierto es que Juan Ayuso e Isaac del Toro, con permiso de un Simon Yates (además de Carapaz, Gee, Tiberi, Bernal…) que se encuentra intercalado entre ambos en la general, tienen buenas papeletas para proclamarse campeones del Giro de Italia.
Tanto mexicano como español presentan sólidos argumentos. Del Toro firmó una actuación estelar en el sterrato de Siena, una de las jornadas más trascendentales hasta el momento, y ha esquivado todos los obstáculos y trampas que se han interpuesto en su camino. Por su parte, Ayuso fue el mejor en Tagliacozzo, único final en alto, además de superar a la gran mayoría de favoritos (solo fue mejor Roglic) en una contrarreloj de Pisa en la que encima se vio perjudicado por la lluvia. Pero a partir de hoy, todo lo ocurrido puede quedar en el olvido. Un nuevo Giro comienza. El auténtico.

Ayuso lo encara (a 1:26 de la maglia rosa) con la máxima ambición, pero a la vez el máximo respeto a su compañero y amigo Del Toro, al que no piensa perjudicar por su propia mano su posición de privilegio. “Por supuesto que tener dos bazas juega a nuestro favor. La gente ya no me tiene que probar solo a mí para el podio, sino que tiene que atacar a Isaac, porque es el líder de la carrera. Nos tienen que atacar los demás y no nosotros buscar situaciones complicadas, sino controlar la carrera y dejar que los rivales gasten energías”, explicó Ayuso a AS y otros medios españoles sobre la ventaja que supone para el UAE la actual situación de carrera, con él 3º y Del Toro líder.
Lo que ya mejora, y es una gran noticia, es su estado físico. Ayuso, que como es costumbre salió a rodar ayer solo en el día de descanso, ha hecho progresos en su rodilla. “Justo hoy me quitaron los puntos. Me sigue doliendo bastante del golpe, pero el riesgo que había de que se infectara la herida ya no lo voy a tener. Estoy mejorando. Lo bueno es que cuando termine el Giro no tocaré la bici en bastantes semanas y no creo que me dé más problemas”, confirmó el de Jávea, sin duda, todo un alivio para afrontar la tremenda semana que tendrá por delante: cuatro etapas de alta montaña, con unos 20.000 metros de desnivel acumulado y puertos tan exigentes como el Mortirolo y Finestre.
“Casi mejor no saber lo que me espera porque es muy duro”, afirmó Juan entre risas sobre lo que está por venir, pero lo que sí tiene claro es qué corredores podrían darle más guerra a él y su equipo en días venideros: “Tanto Carapaz como Bernal, por lo que han demostrado, creo que serán quienes lo seguirán probando, los que más van a atacar y pondrán el equipo a funcionar. No hay que olvidarse de Yates, que ahora mismo está segundo y tiene un equipo fuerte alrededor. Ha ido guardando bastante energía y ahora llega su terreno. Creo que serán los rivales más duros, pero espero que en la montaña también estemos en mi terreno”. Es momento de comprobarlo.
Del Toro: “Nadie te dice cuándo vas a estar listo”
La expectación era máxima por ver, en un nuevo día de descanso, a Isaac del Toro en rueda de prensa. Después de un rodaje suave con sus compañeros (excepto Ayuso, que entrenó en solitario) por la mañana, el mexicano habló por la tarde sobre lo que espera de la última semana de Giro, en la que sólo seis etapas le separan de la eterna gloria. “Todos dicen que es así, pero me gusta pensar que no. Me gusta vivir en la ignorancia, vivirlo así”, respondió Del Toro a la pregunta de AS, despreocupado, acerca del desgaste extra que supone llevar la maglia rosa desde hace una semana y que le podría afectar en jornadas venideras.
“Soy una persona lógica, y pienso que después de la etapa del domingo he demostrado que tengo piernas, y eso me da confianza. No obstante, me pongo en el punto de mi equipo, los demás intentarán atacar y me tengo que defender. Para mí será una experiencia nueva, nadie te dice cuándo vas a estar listo para algo así, pero tengo gente buena alrededor que me orienta. Tenemos equipo para estar al frente", concluyó un Del Toro que no se arruga lo más mínimo, a sus 21 años y cerca de hacer historia.
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