Eddy Merckx reta a Pogacar a intentar el récord de la hora
El ciclista belga, que este sábado cumple 80 años, le sugirió este desafío al esloveno y también habló de su pasión por el fútbol: “Lo que hace Lamine Yamal con 17 años es increíble”.

El mejor ciclista de todos los tiempos, el belga Eddy Merckx, señaló el día de su 80º cumpleaños a Tadej Pogacar como el gran dominador del pelotón actual, confesó que lo que más le gusta del esloveno es que siempre sale a ganar y le retó a intentar superar el récord de la hora, como hizo “el caníbal”.
“Lo que me gusta de Pogacar es que realmente intenta ganar, nunca se reserva. Va a por la victoria, y eso es bonito. A veces me recuerda a lo que yo trataba de lograr”, dijo Merckx en una entrevista publicada este martes por el diario Le Soir.
El corredor del UAE, que a los 26 años ha ganado ya tres veces el Tour de Francia, otra el Giro de Italia y el campeonato del mundo en ruta, es para Merckx “el hombre a batir”, por delante del danés Jonas Vingegaard, dos veces campeón en el Tour, y del belga Remco Evenepoel, doble campeón olímpico y mundial en ruta y contrarreloj y vencedor de una Vuelta a España.
“Para mí, Pogacar es claramente el hombre a batir. Lo que vi en primavera fue impresionante. Espero que Vingegaard esté mejor que al principio del año. No estaba muy fino antes de su caída en París-Niza. Y Remco, que ha corrido poco por su accidente de diciembre, puede tener reservas y frescura. Pero en alta montaña, seguir al campeón del mundo no será fácil”, analizó.
Son corredores de otra época que se desenvuelven en un ciclismo mucho más profesionalizado que el que conoció Merckx entre 1965 y 1979, cuando los desplazamientos solían hacerse en coche o furgoneta, nunca en autobús oficial, y había días que en el Tour se corrían hasta tres medias etapas.
“Hoy los medios han evolucionado, pero en nuestra época era así”, dice Merckx, quien no sabe decir si hoy en día también habría sido ciclista.
Le pesarían, dice, los entrenamientos en altitud y las “tediosas” concentraciones largas, que no existían cuando “el caníbal” peleaba contra Felice Gimondi, Luis Ocaña, Bernard Thévenet, Roger De Vlaeminck y el carismático equipo Kas.
El ciclismo actual es también más calculador que en aquellos días en que se subían montañas en fotogramas blanco y negro, una evolución natural fruto del paso de las décadas que hace que hoy se pueda ganar la clasificación general de una gran vuelta sin anotarse ninguna etapa.
“El ciclismo cambia, se corre y se gana de manera diferente. También es respetable, pero no es el mismo estilo. Esta visión más estratégica ilustra la evolución del deporte”, explica.
Por eso Merckx, que ve “prácticamente todo el ciclismo” que se televisa, admira a Pogacar, porque el esloveno ataca más de lo que calcula.
Y reta al esloveno y a sus compañeros de generación a emularle al propio Merckx y a otros grandes campeones de los pedales e intentar batir el récord de la hora, como “el caníbal” en 1972, en una temporada enorme en la que sumó 50 victorias.
“El récord de la hora era un objetivo. Mi carrera no estaría completa sin él. A finales del 72 me sentía algo cansado, no estaba en forma, pero tras semanas de preparación específica en Italia recuperé. Cruzamos el Atlántico hacia México. Todo salió bien (49,431 km). Pero sufrí muchísimo. Tras ese esfuerzo, apenas pude caminar en una semana”, recuerda.
Entre los actuales campeones, no sabe si tendría más cerca el récord de la hora Pogacar o Evenepoel.
“El esloveno es el mejor, el más completo. Y Remco tiene una aerodinámica increíble. Sería bonito que se atrevieran con ese reto”, concluye.
“Lamine Yamal me impresiona, lo que hace con 17 años es increíble”
El belga Eddy Merckx, el ciclista más laureado de todos los tiempos, es también un gran aficionado al fútbol y no oculta que es hincha del Anderlecht.
Pero, fuera de Bélgica y del Anderlecht, el “caníbal” se decanta por el Barcelona y confiesa su absoluta admiración por el delantero español Lamine Yamal, para quien sólo tiene elogios en forma de “superlativos”.
“Está el Barça, que es campeón en España y es mi segundo club del corazón. Allí, Lamine Yamal me impresiona. Lo que hace con 17 años es increíble. Solo se pueden usar superlativos para describir a un jugador así”, dijo Merckx en una entrevista difundida en la RTBF coincidiendo con su 80º cumpleaños.
El “ogro de Tervuren” mantiene un ojo atento al ciclismo, pero el otro lo dirige hacia el fútbol, ya que es habitual que siga los partidos del Anderlecht en las gradas del estadio, junto a su amigo y exfutbolista Paul Van Himst, e incluso llegó a jugar como veterano en el club bruselense tras dejar la bicicleta profesionalmente (1965-1979).
Han pasado más de cuatro décadas de aquello, y Merckx ya no tiene la condición física para emprender aventuras deportivas, especialmente desde que el año pasado se cayera montando en bici y se rompiera la cadera, incidente por el que tuvo que someterse a varias cirugías. Pero se lo toma con humor.
“Cada vez mejor. No estaré listo para el Tour de Francia, pero quizás sí para el de Lombardía”, bromea el cinco veces campeón del Tour de Francia(1969, 1970, 1971, 1972 y 1974), otras cinco del Giro de Italia (1968, 1970, 1972, 1973 y 1974) y una vez la Vuelta a España (1973), además de haber coleccionado tres campeonatos del mundo en ruta (1967, 1971 y 1974) y un sinfín de récords y trofeos.
Merckx ha vuelto a subirse a la bicicleta tras el percance, pero por ahora sólo para trayectos cortos.
“Cuando has estado parado más de seis meses, no es fácil retomar. Las primeras veces se siente raro. Siempre se piensa en esa caída”, comentó la gran leyenda viva del deporte belga.
Repasando su carrera, recordó que el apodo de “El caníbal” se lo puso la hija de su compañero del equipo Peugeot Christian Raymond. Este le había dicho a su hija que Merckx no les dejaba ganar y ella contestó: “Es un caníbal”.
Durante sus años en activo, el sobrenombre no adquirió popularidad, y sólo Christian Raymond le llamaba “Canni”, pero con el paso de los años ese alias ha quedado adherido a su figura como deportista.
El octogenario Merckx es también consciente de lo mucho que ha cambiado el ciclismo desde que dejó de estar abonado al maillot amarillo, también en la esfera de la comunicación, lo que supone una presión adicional para los deportistas.
“Sin ninguna duda. Y no sólo por las redes sociales. ¡Miren la cantidad de periodistas presentes en el Tour de Francia! Es muchísima gente. Cuando eres un principiante, puede impresionarte”, comentó en otra entrevista difundida por el diario L’Avenir.
“Los jóvenes crecen con las redes sociales, no lo ven como un problema. Pero no es lo mío”, prosigue “El caníbal”.
En sus tiempos, recuerda, incluso recibía a periodistas en la habitación del hotel para dar entrevistas, y eso que nunca le gustaron demasiado las cámaras y la prensa.
“Hoy en día, eso es inconcebible. Todo pasa por un servicio de prensa o por los representantes que gestionan la comunicación de los deportistas. Saben, siempre me ha parecido normal responder a las solicitudes de los periodistas. Formaba parte de mi trabajo. Pero, pensándolo bien, creo que ese contacto directo, esa disponibilidad de la que tanto se habla, está en mi naturaleza”, resumió.
Merckx también ha notado otras evoluciones en el deporte que marcó y le dejó marcado, como el avance del ciclismo femenino.
“La evolución es muy rápida y fenomenal. Todo ha mejorado bastante rápido: el nivel de las corredoras, su profesionalismo, las estructuras para las que corren. Honestamente, hay mucho nivel”, comentó.
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