Pogacar: “La táctica fue casi perfecta porque no hay nada perfecto”

Menos de 24 horas estuvo Tadej Pogacar sin el maillot amarillo. El esloveno lo recuperó, ahora sí, con intención de no dejarlo marchar de nuevo hasta París. El líder saliente, Mathieu van der Poel, puso a su equipo, el Alpecin, a trabajar para intentar reeditar la victoria que logró en 2021, pero Pogacar está en modo voraz, al menos en esta primera mitad de Tour. Etapa número 19 en el Tour y el récord de Cavendish, cerrado en 35 victorias el pasado verano, empieza a verse a medio plazo como objetivo real para el del UAE (tiene 26 años), aunque esa es otra lucha, por ahora menor. La que importa es la del amarillo. Ya tiene tres, y está tratando poner los primeros cimientos del cuarto.

“Tanto Van der Poel como yo conocíamos muy bien este final. Queríamos lo mismo, ganar en esta icónica subida. Puede que él se desgastara demasiado el día anterior, pero para mí todo fue como lo habíamos planeado. Es una victoria magnífica”, dijo el esloveno, en una victoria celebrada, como es normal, en el UAE, pero nada más allá de lo normal, porque saben que para la presa mayor todavía queda mucho camino por delante después de que ayer Vingegaard entrase a rueda de Tadej. “La táctica fue casi perfecta. No hay nada perfecto, y esta vez perdimos a Almeida por una caída, así que espero que tenga lo menos posible y esta victoria es para él”, contó Pogacar sobre su compañero.

El que entró en meta saludando y a 1:20 fue Van der Poel, pese a todo con una sonrisa: “Esta vez disfruté ir de amarillo más que los primeros días. Lo que predije, sucedió, en la etapa. Si quería estar entre los mejores en semejante final, necesitaba mis mejores piernas. Y sabía de antemano que no las tendría”.

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