Squiban repite en la antesala de Madeleine con Le Court líder

Desde que el Tour Femmes llegara a la primera plana del ciclismo internacional con el sello de ASO (empresa organizadora de la competición masculina) acostumbra a dejar lo mejor para el final, como ocurrió en Tourmalet o Alpe d’Huez. Su cuarta edición no será ninguna excepción. Todo se resolverá, para gozo de sus creadores, en un fin de semana apoteósico que comenzará este sábado con el final en alto en la Madeleine, donde las favoritas llegarán separadas por un puñado de segundos tras el aperitivo de media montaña visto hoy. Pese al sufrimiento, Kimberley Le Court partirá con el maillot amarillo ante Ferrand-Prevot, Niewiadoma y Vollering, sus principales amenazas.

La protagonista, por segundo día consecutivo, fue la francesa Maeva Squiban, que a sus 23 años se está confirmando como una verdadera estrella en ciernes. El equipo UAE ADQ, donde tiene contrato hasta 2026, no ha podido reponerse mejor del varapalo que supuso el abandono de su líder, Elisa Longo Borghini, con las dos victorias de etapa de Squiban, ambas en solitario y a lo grande. Una corredora de muchísimo talento que el tiempo dirá si muta de cazaetapas a vueltómana. Por falta de cualidades no será.

Los últimos 50 km de los 160 que componían la 7ª etapa eran todo un desafío, además de una invitación a la batalla entre las mujeres de la general. Tres ascensiones encadenadas (dos de 2ª y una de 4ª categoría), con el plato fuerte del Col du Granier: 9 km al 5,3% de promedio. La media montaña en estado puro. Al primer escollo llegó en cabeza un numeroso grupo de escapadas con 4 minutos sobre el pelotón, en el que Lotte Kopecky destacaba por encima del resto. La belga buscaba redención con un triunfo de etapa tras un Tour muy discreto hasta el momento.

Pero al paso por la segunda cota, donde se produjo un tremendo parón en cabeza, Kopecky no logró filtrarse en la ‘fuga de la fuga’. Rinjbeek tomó la iniciativa, y unos kilómetros después se unieron a ella Edwards y la telefónica Meijering. Estas dos últimas dejaron atrás a Rinjbeek en las primeras rampas del Granier, donde las favoritas se mantuvieron a la expectativa en un principio. El triunfo estaba delante. Una vez que Squiban, llegando desde atrás, remató su show por segundo día consecutivo soltando a Meijering a base de ataques, la batalla entre las mujeres de la general era otra. Y de color amarillo…

Y es que a 3 km de la cima de Granier llegaba el petardazo de Le Court, sus primeros síntomas de debilidad en lo que llevábamos de Tour. El ritmo de Rooijakkers fue demasiado para ella. Vollering, combativa como siempre, volvió a tensar la cuerda justo antes de coronar, pero se encontró la impecable respuesta de Niewiadoma y del resto. La holandesa dio continuidad a su ofensiva en el descenso, que resultó ser chaleco salvavidas para Le Court. Haciendo gala de su fabulosa técnica, la de Islas Mauricio consiguió enlazar con las favoritas para llegar líder a la etapa reina. Por delante, ajena a toda esa pugna, Squiban alzaba los brazos en la meta de Chambéry. ¿Se marcará un hat-trick en Madeleine?

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