Un espontáneo con bici, derribado en meta a segundos de la llegada

Escasos segundos, menos de un minuto antes de llegar el reducido pelotón que se jugó la victoria en Valence, un espontáneo (otra vez como en Tolouse) pero montado sobre su bici luciendo el maillot del Decathlon Ag2r La Mondiale bajo la lluvia, fue reducido en meta. Una vez sacado de la carretera por la seguridad de la carrera, apareció el italiano Milan para alzarse victorioso por segunda vez en este Tour.

Poco antes, las grandes protagonistas de día fueron las caídas, y un español estuvo en dos. El historial de Carlos Rodríguez con estos percances, por desgracia, es habitual en el Tour de Francia, y no por falta de destreza del andaluz, uno de los mejores bajadores del pelotón, simplemente que, a veces, le toca estar en el lugar equivocado en el momento que no tocaba. Carlos se fue al suelo ayer en ocasiones, siendo, a buen seguro, uno de los grandes lastimados en la jornada pasada por agua.

El primer susto fue a falta de 50 km. Un pequeño enganchón entre varios corredores, como Alaphilippe, en el que también se vio involucrado Carlos, saliendo disparo al margen izquierdo de la carretera. En el equipo le esperaron para llevarle al grupo de nuevo y el susto pasó... pero solo de manera momentánea. Fue justo al pasar el arco de 1 km meta cuando se produjo la montonera. Terreno resbaladizo, lluvia sin cesar... y, por desgracia, lo inevitable. Una montonera que dejó a corredor como Girmay muy mal parados. Más allá de no poder disputar la etapa, el eritreo llegó sin apenas poder apoyar las manos sobre su bicicleta. En ese accidente estuvo, de nuevo, Carlos involucrado.

Entró en meta acompañado de su compañero Arensman, ambos a más de tres minutos, pero sin importancia en cuanto al tiempo ya que estaban en la zona neutralizada y recibieron en Valence los mismos registros que los que entraron por delante. La preocupación era en el aspecto físico, y el sexitano cruzó la meta con la parte derecha del cuerpo muy afectada, especialmente el hombro, y subiendo rápidamente al bus sin atender a los medios. Era un día en el que todo le salió mal, falta por ver si le afectará en los Alpes.

Johannessen salió... pero L’Equipe, no

Una de las grandes incógnitas en la salida de la 17ª etapa en Bollene era ver si Tobias Halland Johannessen iba a ser de la partida. La tarde anterior, en el Mont Ventoux, el noruego de 25 años, y que marcha octavo en la general, dio el gran susto al tener que ser atendido rápidamente por la ambulancia tras desplomarse en meta. Tuvo que recibir oxígeno y fue trasladado en camilla al hospital de Aviñón pero, tras una noche positiva, pudo seguir en carrera.

“Lo pasé mal en la subida, parando varias veces a tomar aliento, y tuve calambres estomacales, pero ya está todo bien. El Tour le pasa factura a un cuerpo pequeño como el mío... pero todas las pruebas fueron positivas”, dijo ayer, sonriente, el corredor rubio antes de partir. Lo que no se pudo ver ayer de manera física en el Tour fue L’Equipe, el periódico por excelencia en el país vecino. La noche anterior hubo huelga en las impresoras y la portada, con Paret-Peintre triunfando, no vio la luz.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de . ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic