Corona el Everest, esquía, cae 400 metros y al día siguiente repite
El alpinista chino Zhang Jing protagoniza una de las historias más alucinantes de la temporada en la montaña más alta del mundo. Con esquís en los pies.
El 14 de mayo de 2025, el montañista chino Zhang Jing protagonizó uno de los episodios más extremos de la temporada en el Everest. Tras alcanzar la cima del techo del mundo (8.848 m), decidió encarar el descenso de una manera poco convencional: con esquís, desde los 8.250 metros de altitud y en una pendiente de 44 grados. Sin embargo, el intento casi termina en tragedia.
Pocos minutos después de iniciar la bajada, Zhang perdió el control y cayó deslizándose sin control por más de 400 metros —una caída de más de 1.300 pies— en una de las zonas más expuestas de la montaña. Milagrosamente, solo sufrió heridas leves y logró recuperar su equipo antes de continuar hasta el Campamento 4, donde pasó la noche.
Lejos de abandonar la idea, Zhang demostró una determinación fuera de lo común. A la mañana siguiente, ascendió nuevamente hasta el punto desde el que había iniciado su descenso fallido. Esta vez, completó la bajada con éxito, convirtiéndose en uno de los pocos esquiadores en firmar un descenso desde esa altura en el Everest.
“El miedo estuvo ahí, claro, pero no iba a dejar que la montaña me venciera”, declaró más tarde a medios locales. Su hazaña ha circulado rápidamente por redes sociales y foros de alpinismo, donde la comunidad se debate entre la admiración y la preocupación por el nivel de riesgo asumido.
El Everest ha sido escenario de múltiples intentos de descenso en esquís, pero pocos desde cotas tan altas y con éxito documentado. Zhang Jing suma ahora su nombre a esa corta lista, dejando una marca imborrable en el techo del mundo.
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