Historia de una debacle
El Atlético comienza el curso en crisis, con dos puntos de nueve. Muchas caras nuevas, carencias, errores, balón parado, falta de contundencia y de plan B...

El Atlético llega al parón liguero de la peor manera posible. Con los nervios que conllevan verte en la parte de la tabla nunca destinada a tener que mirar con la gota de sudor en la frente. Con la cabeza de la Liga cada vez más alejada, en la zona roja. Dos puntos de nueve. Tres partidos obligados a ganar si querías pelear por el título. Y una plantilla que genera dudas por su compensación y por la palabra equipo, todavía ausente con tantas caras nuevas. Simeone pide paciencia... pero la clasificación aprieta.
Juego colectivo
Al nuevo Atlético le falta definir su fútbol. No se sabe con seguridad si quiere presionar arriba, salir con la pelota jugada, replegarse, morder... Ha ganado la posesión en los tres partidos, se ha adelantado en todos ellos y no ha ganado ninguno. Algo que antes era sinónimo de éxito ahora conlleva debilidad. En los tres alternó buenos ratos de fútbol con otros momentos plomizos y sin desborde ni ideas. Tiene siete caras nuevas (ocho con un Carlos Martín que parece que saldrá), cinco empezaron de inicio en el debut contra el Espanyol. Cuatro contra el Elche. Y tres frente al Alavés. La lesión de Baena le ha dejado al Atleti sin el fichaje estrella. Simeone intenta recurrir a futbolistas con más ‘manejo’ de cholismo para resolver el entuerto, pero nada funciona.
Falta de contundencia
El Atlético no ha dejado tres grandes partidos, pero en condiciones normales podría haber ganado todos ellos. Y siempre se encontró con un error en la definición que marcó el devenir del encuentro. Y la madera ha sido determinante. Esa bola de Match Point que toca la cinta siempre salió cruz. El remate de Julián Alvarez al palo tras el jugadón colectivo que hubiese supuesto un 0-2 contra el Espanyol que parecía definitivo. El mano a mano que Dituro paró ante Sorloth en la jugada que, tras el córner a favor, acabó en el gol del Elche. En ese mismo partido el remate de Giuliano al palo invalidado por un fuera de juego inexistente donde hubiese intervenido el VAR, el disparo fuera de Llorente ante Dituro... O el cabezazo de Sorloth en Vitoria y el palo de Griezmann con Sivera ya vencido. Una falta de contundencia en área rival que se mantiene en campo propio. Oblak apenas ha dejado paradas en este inicio de curso, pero ha encajado cuatro goles. Muchas facilidades para la delantera rival.
Balón parado
El gol del Alavés se inició con un doble error defensivo a balón parado. Primero, en una jugada lanzada desde muy lejos con un centro pasado al área que dejó una posibilidad clara de remate para el Alavés. El balón acabó en córner... de nuevo mal gestionado. Sacado en corto y con Sorloth golpeando a Tenaglia en su intento por despejar. Un error de novato, de delantero en área propia y que costó el gol de Carlos Vicente. Contra el Elche, el gol de Rafa Mir se inició... en un saque de esquina a favor. Almada sacó muy pasado y el equipo ilicitano montó la contra que acabó con el punta encarando solo a Oblak. Fueron diez córners sin remate. Y ante el Espanyol un balón colgado desde lejísimos acabó con Miguel Rubio ganando la espalda a Raspadori y rematando ante Oblak. Y el gol de Pere Milla fue de cabeza a un centro lateral. El Atleti ha ganado en estatura en este mercado: Hancko, 1,88; Cardoso, 1,86; Ruggeri, 1,87; Pubill, aún inédito, 1,90… Más Sorloth, con 1,95 y Le Normand, 1,87, que llegaron el anterior verano. Pero es débil en campo propio y no remata en área rival.
Adaptación
Al Atlético le han llegado siete caras nuevas que necesitan su proceso de asimilación y adaptación al estilo del Atlético. Si a los fichajes siempre les costó entrar en dinámica con el Cholo, ese proceso es de obligada aceleración con tanta base nueva. Hasta el momento Hancko, Cardoso y Almada han sido titulares siempre. El primero de ellos dejando un gran rendimiento como central y adaptándose al lateral. Johnny tiene que ir ganando peso en la salida de balón, su función libera a Barrios e incluso a Hancko a aparecer en campo rival cuando ejerce de central, pero se le ha visto poco con pelota. Y Almada fue de más a menos, con buenos giros, bajando a la base a participar pero sin brillo especialmente contra el Alavés. La lesión de Baena en la primera jornada ha dejado a Simeone sin su gran fichaje del curso, al que se le espera tras el parón. Ruggeri fue titular en las dos primeras jornadas, un puesto de lateral izquierdo que el año pasado generó muchísimas dudas que debe intentar resolver el italiano, pero todavía es una expectativa el nivel que puede dar. No se le puede considerar un jugador contrastado en el puesto. Raspadori tuvo minutos en todos los partidos como revulsivo, aunque hasta el momento ha tenido poco protagonismo. Y Pubill todavía no ha debutado, ni como lateral ni como central donde parece querer reconvertirle Simeone. El Atleti va sin tiempo para la adaptación.
Plantilla bajo la lupa
Simeone repitió a esos tres fichajes en el once contra el Alavés: Hancko, Cardoso y Almada. El eslovaco, trasladándose desde el centro de la zaga al lateral zurdo para dar cabida a Lenglet y sacar del once a Ruggeri, que no acaba de romper. Con Baena lesionado, el Cholo recurrió en los últimos minutos al lateral italiano y a su compatriota Raspadori. Una incorporación en ataque que sorprendió por su precio (22 millones) con un rol aparentemente de suplente habitual. Como los 16 por un Pubill que no entrena como lateral derecho, lo hace en reconversión a central. La joven promesa no ha debutado todavía en partido oficial.
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Es más, ningún lateral puro fue titular en Mendizorroza. Ni Ruggeri, ni Galán, ni Nahuel Molina ni Pubill. Todos vieron el partido desde fuera. Por contraposición en el banquillo no había central natural. Ni jugadores de banda y regate. Una cuenta pendiente. Tampoco parece claro el jugador llamado a realizar esa labor de De Paul para romper líneas con sus pases. Un medio con mando en el doble pivote. El mercado de fichajes veraniego cierra el lunes (23:59) y se mantiene que no habrá una llegada si no se produce una salida (más allá de Carlos Martín). Pero parece que al equipo le faltan cualidades diferenciales. En banda, en el medio e incluso atrás con la nueva recaída de Giménez. Y que la unidad B, el plan desde el banquillo, no cambia los partidos. Aunque sí mejoró Griezmann la cara del equipo con su entrada ante el Alavés. Nico González es el favorito para la banda derecha, pero tiene que haber movimientos en los dos sentidos... y el tiempo apremia. Muchas caras nuevas y el rejuvenecimiento de la plantilla invita a la paciencia, pero los resultados acaban con ella.
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