La Champions League es italiana

El Inter de Simone Inzaghi soñó con la última, pero el PSG de Luis Enrique la levantó al cielo el 31 de mayo en el Allianz Arena de Múnich. La próxima, por ahora, se exhibirá en Montecarlo durante el sorteo de la Champions League: es la copa con las orejas más grandes, otorgada al equipo más fuerte del Viejo Continente.

El trofeo más codiciado, junto con el que se otorga a los ganadores de la Europa League y de la Conference League, se produce en Italia, concretamente en el Sur del Belpaese: en la ciudad de Avellino.

Y para quienes se hayan preguntado alguna vez cómo un capitán como Marquinhos pudo levantar un trofeo tan pesado en la noche de la Champions League, así como en la noche de la Supercopa de Europa disputada recientemente en Údine, tienen toda la razón.

La copa, elaborada por los maestros orfebres del Grupo Iago, fundado en 1978 por Igino Iacovacci, pesa la friolera de 10 kilogramos de plata pura y mide 73,5 cm de alto, lo que lo convierte en una de las piezas de platería más prestigiosas del deporte mundial.

Forjado íntegramente a mano sin la ayuda de maquinaria industrial, desde 2005 lleva grabados en la parte posterior los nombres de los clubes ganadores. Una pieza meticulosamente elaborada que tarda más de tres meses en completarse. Con los años, los artesanos de la empresa han establecido una colaboración muy sólida con la UEFA. De hecho, incluso el trofeo de la Eurocopa 2024 que España ostenta en su vitrina fue cincelado, martillado, pulido y grabado a mano en talleres italianos. ¿Quién ganará el próximo? Es difícil saberlo, pero un poco de Italia de todas maneras estará presente.

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