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Cuatro décadas del adiós más triste

Enzo Ferrero disputó el 30 de mayo de 1985 frente al Madrid sus últimos minutos como rojiblanco y se retiró del fútbol en silencio, sin reconocimiento.

30-05-25. ENZO FERRERO, ANTE ULI STIELIKE, EN LA FINAL DE LA COPA DEL REY DISPUTADA EN VALLADOLID EN 1982.
J. R. Rodríguez
Actualizado a

Cote cerró el pasado domingo en El Molinón su trayectoria profesional y recibió en un emotivo acto el cariño del club y su afición. Entre otros, uno de los testigos fue su compañero Nacho Méndez, que se irá sin al menos ver alguna muestra de reconocimiento a toda una vida en Mareo, aunque aún le queda carrera deportiva por delante. Pero, a propósito del olvido sufrido por el luanquín, hoy se cumple una efeméride que no debe pasar desapercibida para el sportinguismo.

El 30 de mayo de 1985 disputaba Enzo Ferrero en El Molinón sus últimos minutos como jugador rojiblanco. El extremo argentino cerraba una década como ídolo de la afición del Sporting, donde fue uno de los futbolistas más importantes para que el equipo gijonés alcanzara las más altas cotas de su historia.

El Madrid fue el rival en aquel encuentro de ida de la semifinal de la Copa de la Liga. Ferrero vio el partido desde el banquillo hasta que José Manuel Díaz Novoa le dio entrada en el minuto 67 para sustituir a Zurdi, el extremo que le había arrebatado la camiseta número 11 en aquella última temporada.

El Sporting soñó ese día con disputar una tercera final en su historia porque cerró aquel último jueves de mayo con un 3-1 a su favor que le concedía todo el favoritismo para la vuelta al domingo siguiente. Quini abrió de penalti el marcador, Míchel empató ante el descanso, mientras que Mino y Esteban lograban casi seguidos el segundo y tercero antes de que Enzo Ferrero entrase en el campo.

Novoa no le concedió minutos al argentino en la vuelta disputada en el Santiago Bernabéu, donde el Madrid derrotó al conjunto gijonés por 3-0. Santillana, en dos ocasiones, y Pineda se encargaron de batir a Ablanedo y darle la vuelta a la eliminatoria. La temporada se cerraba para el Sporting y, con ese cierre se producía el adiós a Enzo Ferrero como jugador rojiblanco.

El Real Madrid, con el que había disputado hasta el último momento el título de la liga 78-79 y rival en la segunda final de la Copa del Rey, ha quedado para siempre como el último rival para el legendario extremo argentino con una camiseta rojiblanca que vistió de forma oficial en 340 ocasiones. Ferrero ocupa el decimotercer lugar en número de partidos disputados entre todos los jugadores que han pasado por el club gijonés a lo largo de su historia y que tiene a Joaquín en lo más alto. Y es nada menos que el quinto mejor goleador, con 89 tantos, de una tabla que encabeza Quini.

Cuatro décadas del adiós más triste
Enzo Ferrero, ante la puerta 11 del estadio El Molinón, que lleva su nombre.PACO PAREDES

Aquella fue una triste despedida para Ferrero, como lo fue también para otro histórico como José Antonio Redondo, testigo también del homenaje a Cote el pasado domingo, así como otros protagonistas de la mejor época del club. Porque aquellos días fueron los últimos en el Sporting para Castro, Rivero --el portero titular en las dos finales de copa-- y David. Semanas más tarde se produjo la salida de Maceda, con su traspaso al Madrid. Por su parte, Quini, Joaquín y Jiménez, además de Zurdi, alcanzaron acuerdos para renovar sus contratos.

Ferrero recibió el pasado mes de diciembre el homenaje del Sporting, que decidió ponerle su nombre a la puerta 11 del estadio El Molinón. El legendario futbolista recogió en ese acto en los aledaños del estadio el cariño de un buen montó de aficionados de la época, rodeado de ex compañeros. Castro (1), Cundi (3) y Quini (9) también tienen su nombre en puertas del municipal gijonés.

Eran otros tiempos y otra forma de producirse las despedidas a trayectorias ejemplares. Lo habitual eran los partidos de homenaje para aquellos con más de diez temporadas de servicio al club. Pero aquella suerte solo la tuvieron en el mejor Sporting de la historia cuatro futbolistas: Doria (1983), Quini (1987), Cundi (1991), Castro (1993) y Joaquín (1996). El legendario portero tuvo su reconocimiento a título póstumo en noviembre del 93, meses después de perder la vida en la playa de Pechón (Cantabria) cuando acudió salvar a dos miembros de una familia de morir ahogados.

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Enzo Ferrero estuvo, como Doria y Rivero, diez temporadas en el Sporting. Redondo cumplió nada menos que trece. Como el argentino, el legendario lateral seguro que el pasado domingo sintió sana envidia del momento que vivió José Ángel Valdés, ‘Cote’.

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