Irene Paredes pudo respirar tranquila después que Iuliana Elena Demetrescu, árbitra del España - Italia que clausura el grupo B y que decide si La Roja avanza a cuartos de final como líder, no decidiera pitar un penalti favorable a La Azzurra en la primera parte a instancia del VAR. En torno al minuto 40, la capitana acabó golpeando erróneamente con el codo, en un error de cálculo, un balón que trataba de cabecear para sacar del área española.

Un penalti claro que mandó al limbo el VAR, mediando una decisión arbitral difícil de explicar a instancias del reglamento. El videoarbitraje llamó a Demetrescu para revisar el penalti. Sin embargo, acabó señalando un fuera de juego previo, en el inicio de la jugada, de Sofia Cantore. Hay que recordar que según la IFAB, el VAR puede entrar en jugadas de fuera de juego, específicamente en situaciones de gol/no gol, pero no de penalti. ¿Para qué fue a revisarlo al VAR si había fuera de juego?, parecían preguntarse en un contrariado banquillo español.

“Le han avisado del fuera de juego antes de revisar. Han tenido bastante precipitación”, explicaba Eduardo Iturralde González, analista arbitral de AS y Carrusel Deportivo. El marcador reflejaba en esos instantes un 1-1 tras el tanto inicial de Elisabetta Oliviero en el 9′, y la posterior contestación de Athenea del Castillo, apenas cuatro minutos después, en el 13′.

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