Ivana Andrés: “Debemos ser referentes para los niños que necesitan ese puntito de valentía”
La futbolista y el atleta Marc Tur dejaron valiosas reflexiones en su charla ‘LGTBI, normalidad y visibilidad’. “El deporte debe apoyarnos en el cambio”, admite el marchador.

El arcoíris siempre asoma tras la tormenta. El color se impone al chaparrón de los grises prejuicios. De ahí que la comunidad LGTBI enarbole esa bandera en busca de la normalidad y visibilidad también en el deporte. La futbolista Ivana Andrés (Aielo de Malferit, Valencia, 1994) y el atleta Marc Tur (Santa Eulalia, Ibiza, 1994) nunca han ocultado su orientación sexual. Es más, ambos se han significado para que otros deportistas puedan seguir sus pasos sin miedo. De ese camino lleno de espinas hablaron en el Congreso Deporte en Positivo 2025.
“Lo mío fue natural, le he dado normalidad en redes sociales con mi mujer. El reto no es la visibilidad sino la normalidad, que nadie nos ponga la etiqueta. Se nos debe valorar por cómo somos como deportistas. Espero que el deporte pueda ser ese primer espacio en el que se logre eso”, confiesa la defensa, que en su palmarés no solo tiene el Mundial de 2023, cuyo trofeo levantó siendo capitana, sino también el de ser un icono LGTBI. De hecho, Ivana viajó a Australia con su mujer Ana Moreno y su hija Jara, gracias al plan de conciliación de la RFEF. “Hay personas que le dan normalidad y otras que todavía se tienen que esconder por la sociedad. España es un país libre. Italia, donde vivo ahora, no lo es tanto”, matiza la actual jugadora del Inter de Milán.
A Marc Tur ser diferente le colocó en la diana de los insultos y fue objeto de bullying. Lejos de amedrentarse, se empoderó. “Allá en 2021, después de unos Juegos controvertidos, estuve en el foco mediático y no estaba acostumbrado. Me mencionaron en Twitter diciendo que era un deportista abiertamente gay y eso causó muchísimo revuelo. Hubo gente que me apoyó y otra en contra. Ahí tuve el impulso de posicionarme. Creí que era el momento de decir: ‘Sí, soy gay’. Y así tender la mano, ayudar, a todos aquellos que lo necesitaran. Al principio fue difícil porque nunca me había pronunciado en ese aspecto. Queda mucho camino por recorrer. Me costó gestionar las críticas, pero me quedé tranquilo y me reconfortó aportar mi grano de arena a toda la Comunidad. Puedes ser gay y olímpico y te tienen que aceptar”, explica el atleta, que quedó cuarto en los 50 kilómetros marcha de los Juegos de Tokio. No obstante, su mejor carrera no la firmó en una pista. Marc se hizo con la Medalla de Oro del Mérito Deportivo por su compromiso con la igualdad.
El deporte abraza la diversidad. Al menos, así lo percibe Marc: “El atletismo es un lugar seguro y no me he sentido discriminado, pero no es así en todos los ámbitos deportivos. Si tu entorno discrimina no eres tan valiente como para ser como realmente quieres ser”. De hecho, hay un estudio de la UEFA que refleja que solo el 10% de los deportistas europeos encuentra ese entorno seguro para decir abiertamente que es homosexual. “Existe violencia y odio. Publiqué una foto de la boda con mi mujer y me bajaron mil y pico seguidores. Mejor porque no quiero tener a ese tipo de gente. Se tiene miedo a ese rechazo de la sociedad”, afirma Ivana.
El fútbol femenino es más libre. Quizá más valiente. “O no hay homosexuales en el masculino o no encuentran ese espacio seguro para darle normalidad”, avanza la jugadora, a lo que el atleta añade: “Se asocia con algo malo o despectivo. Hay que cambiarlo desde el origen. Eso es muy difícil. Hay chicos homosexuales en el fútbol”. Para cambiar las cosas es fundamental la educación y todos —absolutamente todos— jugamos ese partido. “Mi hija a veces ve a un hombre y le dice papá, porque tiene dos años y le explicamos que tiene dos mamás. No hay que darle más importancia de lo que tiene. Debe aprender valores y así es como se nos tiene que ver a los deportistas. Sin encasillarnos. En otros trabajos no sucede tanto”, asegura Ivana.
Se ha conquistado mucho terreno, pero todavía queda. “Más deportistas deberían poner fotos con su pareja o la bandera LGTBI. Debemos ser referentes para esos niños y niñas que necesitan ese puntito de valentía”, expone Ivana, que ya lo es para tantas y tantas mujeres que se asoman a los campos de fútbol. “La llave del cambio no depende tanto de nosotros como de toda la sociedad. No solo somos nosotros. El deporte debe apoyarnos”, concluye Marc. El deporte es transformador. Tiene foco, voz y alcance para que el arcoíris se termine imponiendo a tanta oscuridad...
As Deporte en Positivo es un proyecto de compromiso social que fomenta los valores asociados intrínsicamente al deporte tales como el respeto, la equidad, la inclusión, la humildad, la disciplina o la diversidad. Frente a la crispación y al ruido que tan presentes están en la actualidad deportiva en los últimos tiempos, esta iniciativa recuerda que más allá de los goles, las canastas y los récords, el deporte tiene un gran potencial como elemento transformador de la sociedad.
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