Como un 3-5-2, con dos genios arriba. Esa es la idea que ronda la cabeza de Xabi Alonso para esta temporada. Lo que está practicando. Y lo que mantiene ante el Dortmund. La clave está en Tchouameni: pese a partir como pivote, se incrusta tanto entre los centrales que acaba siendo, prácticamente, un tercer zaguero. Y eso permite a los carrileros estirarse. Al equipo, ser más profundo. Algo que sorprendió y deslumbró ante la Juventus. Y que volverá a verse en estos cuartos de final.

Este movimiento de placas tectónicas también afecta a Güler, nuevo seis. Probablemente una de las novedades más sorprendentes de esta sorprendente novedad. Acostumbrado a ser un jugador de tres cuartos, Xabi lo está utilizando mucho en el timón, casi como un pivote. Algo de lo que Ancelotti ya avisó en el Coliseum: "Imaginarlo como pivote, a día de hoy, puede ser una locura; pero en el futuro... puede jugar en esa posición“. En Estados Unidos está dejando de parecer una locura.

Gonzalo, una realidad

La única duda estaba en la punta de ataque. Mbappé tenía opciones de once. Se encuentra bien físicamente, con ritmo deportivo y con hambre de minutos. Pero apenas arrastra ritmo de competición. Así que la balanza entre ponerlo de inicio o mantener a Gonzalo, la gran irrupción de este Mundial de Clubes (tres goles y una asistencia en cuatro partidos), se decanta del lado del canterano. Ya no es apuesta, sino realidad. Su titularidad no es noticia, aunque lo sea.

El resto del equipo es el de gala. Con el Loco en defensa (le ha ganado el puesto a Asencio) y dos futbolistas en sobreaviso: Bellingham y Vinicius están apercibidos de cara a unas hipotéticas semifinales. De esta manera, la alineación del Real Madrid ante el Dortmund es: Courtois; Rüdiger, Tchouameni, Huijsen; Trent, Valverde, Güler, Bellingham, Fran García; Gonzalo y Vinicius.

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