Beckham: un ‘intruso’ en París
El dueño del Inter Miami jugó seis meses en el conjunto parisino y anunció su retirada en el PSG en 2013. Fue un fichaje estratégico de Al Khelaïfi y Qatar.
El Inter Miami-PSG, octavos de final del Mundial de Clubes, no solo será especial para Leo Messi, también para David Beckham, propietario del club estadounidense, que tuvo un paso efímero por la capital francesa, pero inolvidable. El inglés se reencontrará con el equipo en el que se retiró y con el que dejó huella en el Parque de los Príncipes a pesar de apenas haber servido seis meses al actual campeón de la Champions.
Su fichaje fue totalmente inesperado. En el último día de mercado invernal de 2013, Qatar buscaba un golpe de efecto con un fichaje estratégico, de marketing, una estrella mundial que pudiera seguir poniendo en el mapa a un PSG que estaba en los albores del proyecto galáctico iniciado en 2011 por Qatar Sports Investments. Fue entonces cuando Al Khelaïfi contactó con David Beckham, libre en aquel entonces, para que se convirtiera en el fichaje más mediático de la historia de la liga francesa.
El mediocentro, casi de retiro, después de un paso por la MLS, a la que volvió como dirigente y consiguió fichar a Leo Messi, aceptó la oferta y puso una condición inédita en la historia del fútbol: no percibiría ni un euro de su sueldo, estimado en 800.000 euros mensuales durante seis meses, para donarlo a distintas asociaciones, ONG y hospitales con el objetivo de ayudar a los niños más desfavorecidos. El PSG abonó su salario desde una fundación qatarí, convirtiéndole en uno de los primeros futbolistas en recibir su nómina de esta forma, sin computar en la masa salarial del club.
No podía debutar David Beckham en otro partido que no fuera el partido más importante de la historia del fútbol francés, el Clásico, que mide al PSG y al Olympique de Marsella. El 24 de febrero de 2013, en el minuto 76, sustituyó a Javier Pastore y esos 14 minutos dieron la vuelta al mundo. A pesar de que Ibrahimovic ya era jugador del conjunto parisino, y se había convertido en una estrella mundial, el mediocentro estaba en otra dimensión y el Paris Saint-Germain pudo alardear de que contaba con uno de los futbolistas más mediáticos del comienzo del siglo. De hecho, el segundo gol en el Clásico, el 2-0 definitivo, fue iniciado por las mágicas botas del inglés y fue rubricado por el sueco, máximo goleador histórico de la entidad parisina hasta que le superaron Cavani y Mbappé.
El legado de Beckham en París va más allá de lo futbolístico, estriba en lo emocional, en el cariño que le profesaron los hinchas en tan solo seis meses de estancia. ‘Siempre recordaré lo que hicieron por mí, la forma en que me trataron y la actitud de los seguidores del París Saint-Germain hacia mí. Aunque solo estuve seis meses, sentí que me trataron como si hubiera estado allí durante 16 años y fuera parte de esta familia", recordaba Beckham recientemente, al evocar su paso por el PSG.
El, posiblemente, día más emotivo de su carrera deportiva, el que el mundo del fútbol no quería que llegara, la despedida de uno de los mejores mediocentros del siglo XXI, se produjo el 18 de mayo de 2013. Con un Parque de los Príncipes abarrotado para tributar a la leyenda, David Beckham se despidió, derrumbado entre lágrimas, del Parque de los Príncipes. En el minuto 81, el estadio al unísono le brindó una de las ovaciones más fragorosa de su historia. Y él lo correspondió con un agradecimiento que quedó grabado en la memoria del PSG como un momento único.
Beckham acabó la temporada con el título de la Ligue 1 tras haber disputado 14 partidos oficiales con la camiseta de los “Rouge et Bleu”. Se quedó a las puertas de las semifinales de la Champions, tras una eliminatoria apasionante con el Barcelona, con Ancelotti de entrenador del PSG, que se decidió en el partido de vuelta en el Camp Nou por mínimos detalles. En Copa, el modesto Évian Thonon Gaillard les apeó del torneo en los cuartos de final. Pero los títulos no lo son todo en el fútbol. Su retirada, única, fue uno de los mejores momentos de la historia del PSG. Ahora, como dueño del Inter Miami, en un contexto completamente diferente, en el Mundial de Clubes, Beckham se reencuentra con el club que marcó su vida por su despedida del fútbol.
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