Los dos primeros cruces de los octavos del Mundial de Clubes quedaron definidos tras la disputa de la última jornada de los grupos A y B. Palmeiras, que fue líder del A, se medirá con Botafogo el 28 en Filadelfia en un espectacular duelo brasileño, mientras que el PSG, que conquistó el B, lo hará con Inter Miami el 29 en Atlanta.

Sin duda este será uno de los encuentros estrella de los octavos. El astro argentino se reencontrará con su exequipo, un conjunto parisino muy cambiado desde su marcha, y con Luis Enrique, con el que también se topará de nuevo tras la época gloriosa en el Barça.

El pasado de Messi y Luis Enrique en el conjunto culé fue exitoso, pero también controvertido. La secuencia de los hechos se escenificó en Anoeta. En el primer partido de 2015, con el Barça a cuatro puntos del Madrid en LaLiga, Luis Enrique sorprendió dejando en el banquillo a Messi, que había sido el último en incorporarse de las vacaciones tras pasarlas en Argentina.

Mathieu lo desveló

En cualquier caso, el problema no vino ese día sino en un entrenamiento previo de aquella semana, tal y como reconoció, en una entrevista en RMC, Jerémy Mathieu, quien reveló una discusión de Messi con uno de los ayudantes de Luis Enrique, Joaquín Valdés.

“Sucedió cuando regresamos de vacaciones. En el entrenamiento, el técnico no le pitó a Messi una falta en el partidillo, a Leo se le cruzaron un poquito los cables y se dijeron las cosas que se tenían que decir. Luis Enrique fue a hablar con él después en el vestuario y todo se arregló“, explicó el defensa francés.

En cualquier caso, se rumoreó con que Messi sentenció al técnico y con su poder dentro del club le mostró indirectamente la puerta de salida: “Hasta que todo se solucionó hubo un tiempo de tensión, que yo no busqué sin ninguna duda, pero que apareció y que tuve que gestionar, pero a día de hoy solo puedo hablar maravillas de Leo Messi“, contó el técnico tiempo después en Parlem de fútbol, de Catalunya Ràdio.

Las cosas se recondujeron deportivamente y el Barça ganó el triplete, aunque Luis Enrique siempre llevó encima ese estigma de haber dejado a Leo en el banquillo por un problema interno con él. El único que se atrevió a hacerlo.

Según cuentan, Mascherano fue uno de los que medió para que técnico y estrella arreglaran las cosas. Hoy Masche es el entrenador de Inter Miami y será rival de Lucho con Messi en sus filas en plan estelar. El cruce en Atlanta entre ambos en el Mundial de Clubes va a tener un morbo especial. Se reencuentran en un PSG-Inter Miami. Quién lo hubiera dicho.

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