El Mundial de Clubes engorda de manera directa los números. Los ingresos presupuestados por el organismo de Infantino rondan los 1.750 millones de euros. El 75% procede de la venta de derechos televisivos, centralizados por primera vez a nivel internacional por la plataforma DAZN, que pagó 1.000 millones por ellos. El otro 25%, más de 400 millones, llega de la venta de entradas y de los patrocinadores, que se han ido sumando puntualmente y según se ha acercado el torneo. Lo que empezó como un experimento, se ha consolidado financieramente. Era el gran reto de la FIFA.

A cambio, eso sí, tendrá que distribuir el dinero generado entre los clubes que participen. Nunca antes un campeonato corto proporcionó premios tan mayúsculos como este. El Mundial de Clubes repartirá 486 millones simplemente por participar y 439 por el rendimiento que obtengan los 32 equipos que desde hoy peleen por el título. El tope para el ganador estará en 115. Es decir, una auténtica ganga por disputar sólo siete partidos. Cada encuentro supone 17 millones.

De hecho, más de la mitad de los gastos previstos por la FIFA para el Mundial vendrán de este reparto. Las victorias en la fase de grupos acarrearán 1,85 millones de premio y los empates, 0,9. Pasar a octavos se pagará con 6,95 millones. A cuartos, con 12,16. A semifinales, con 19,45. Ser subcampeón, con 27,7. Y ser campeón, con 37. La organización operacional tiene un presupuesto de 447 millones, a los que hay que añadir otro tipo de gastos propios de un torneo como este.

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